Incrementar la resiliencia en América Latina y el Caribe, región propensa a las catástrofes
Evaluaciones digitales al rescate
7 de Mayo de 2024
Entre 1997 y 2017, el 25 % de todas las catástrofes (disponible en inglés) ocurridas en el mundo se produjeron en la región de América Latina y el Caribe y afectaron a 277 millones de personas. Más del 90 % de ellas se vieron perjudicadas por fenómenos climáticos como tormentas e inundaciones. El aumento del número y la recurrencia de fenómenos meteorológicos extremos, sequías prolongadas, erosión costera, inundaciones y deslizamientos de tierra se están convirtiendo cada vez más en realidades cotidianas para las poblaciones de la región.
En situaciones de crisis, se necesitan datos en tiempo real sobre el impacto y las necesidades de las comunidades para orientar las actividades de respuesta, recuperación y reconstrucción. Por conducto del equipo Digital Assessments (equipo de evaluaciones digitales), en el PNUD apoyamos a las oficinas en los países de todo el mundo para la recopilación de datos que reúnen información valiosa sobre los daños y el impacto socioeconómico sobre el terreno, independientemente del tipo de crisis: conflictos, catástrofes, riesgos climáticos o perturbaciones sociales y económicas. Mediante el empleo de herramientas y metodologías digitales, estas evaluaciones posteriores a las crisis aportan claridad y conocimientos importantes para tomar decisiones políticas oportunas que no dejen a nadie atrás.
El papel de los datos para una reconstrucción resiliente
Tras el devastador impacto del huracán Fiona, que en 2022 sometió a la República Dominicana a vientos y lluvias de 150 km/h, se llevó a cabo una evaluación de daños en hogares y edificios (HBDA por sus siglas en inglés). A partir de los datos recopilados sobre las necesidades y vulnerabilidades locales, en 2023 en el PNUD pudimos proporcionar apoyo selectivo en materia de vivienda y negocios a más de 200 personas afectadas en Sabana de la Mar, la localidad más perjudicada. Los resultados de la HBDA han servido de base para los notables progresos realizados hacia la recuperación de la comunidad y la reconstrucción resiliente.
"[Mi tejado] consistía en tablitas de palma, ya estaba viejo y tenía goteras, y estaba cubierto por una lámina de plástico. Pensé que me quedaría en la calle pues no tenía dónde guarecerme. Me puse muy contento cuando me dijeron que me iban a construir [una casa], y cuando vinieron a construirla, me sentí muy alegre. Estaba contento porque iba a tener dónde guarecerme", dice Víctor, una de las personas que obtuvo apoyo.
Se repararon las viviendas y los sistemas eléctricos de más de 100 de las personas más vulnerables de Sabana de la Mar. Se prestó especial atención al apoyo a los hogares encabezados por mujeres, que suelen verse desproporcionadamente afectados por las catástrofes.
La importancia de los datos para la ayuda selectiva
Los resultados de las evaluaciones posteriores a la crisis también desempeñan un papel crucial al priorizar recursos y dirigir el apoyo. En Belice, en 2021, se llevó a cabo una evaluación de impacto socioeconómico (disponible en inglés) que proporcionó información valiosa para ayudar a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMEs) a recuperarse de los efectos de la pandemia global. Los datos recopilados ayudaron a identificar la necesidad de mejorar la alfabetización digital. En 2022, cerca de 300 MIPYMEs completaron capacitaciones sobre temas que incluyen tecnología, marketing digital y desarrollo de contenido.
Estos datos también inspiraron la puesta en marcha de un seminario itinerante sobre las MIPYMEs nacionales y la creación de un centro virtual de conocimientos, donde las MIPYMEs pueden acceder a guías digitales sobre el uso de la tecnología para responder a los cambios en el entorno empresarial. Además, para zanjar la brecha digital en el país, se crearon 14 centros de conexión digital entre finales del 2022 y principios del 2024, que ofrecen espacios seguros, computadoras y acceso fiable a Internet. Estos centros, estratégicamente situados, también ofrecen programas de desarrollo empresarial, formación en alfabetización digital y campamentos de capacitación digital para jóvenes beliceños en 14 comunidades mayormente rurales y relativamente desfavorecidas.
"Las MIPYMEs son la fuerza vital de nuestras comunidades, y con [estos] programas selectivos seguirán impulsando la recuperación económica mediante la creación de empleo y la mitigación de la pobreza, y nos ayudarán a lograr un desarrollo más equitativo", subraya Narda García (disponible en inglés), Directora General del Ministerio de Inversiones de Belice, en la inauguración del seminario itinerante sobre las MIPYMEs nacionales.
La importancia de los datos para la formulación de políticas fundamentadas
En 2023, el equipo de evaluaciones digitales capacitó a representantes de instituciones hondureñas locales y nacionales en San Pedro Sula para llevar a cabo una HBDA. Los resultados de esta evaluación revelaron las difíciles circunstancias a las que se enfrentaban las comunidades en zonas propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra. Las conclusiones, incluido el abrumador porcentaje de hogares que vivían con escasos ingresos y la elevada incidencia de inundaciones durante las tormentas tropicales, pusieron de relieve la necesidad urgente de contar con planes municipales de emergencia que tuvieran en cuenta los riesgos.
Una importante medida para la mejora de la gobernanza local y la resiliencia comunitaria fue la elaboración de una hoja de ruta a fin de fortalecer la capacidad de gestión y respuesta ante emergencias de la Asociación de Municipios de Honduras. "Primero, [la hoja de ruta] ayuda a la Asociación a contar con elementos técnicos [sobre la reducción integrada del riesgo de catástrofes] que pueden convertirse en herramientas de uso nacional. Y segundo, sirven a los municipios a los cuales el proyecto está beneficiando, para que puedan saber cómo atender situaciones de emergencia", señala Luis Castillo, coordinador técnico de la Asociación. Aprovechando los conocimientos obtenidos en la HBDA, los planes de emergencia y contingencia de base empírica no solo responden a las necesidades inmediatas, sino que también fortalecen la resiliencia y mejoran la preparación para futuras catástrofes.
La información basada en datos es clave para detectar retos y diseñar medidas que apoyen adecuadamente a las comunidades a recuperarse del impacto de las crisis. Los ejemplos de la República Dominicana, Belice y Honduras ponen de relieve el poder transformador de los datos para dar forma a las iniciativas de recuperación y fomentar comunidades resilientes.
Al aprovechar las herramientas y metodologías digitales, nuestro equipo de evaluaciones digitales ejemplifica la forma en que los datos pueden aprovecharse para generar resiliencia, orientar la asistencia selectiva y guiar a quienes formulan las políticas mediante información precisa para ayudar a las comunidades necesitadas. A medida que nos enfrentamos a los crecientes desafíos que plantea el cambio climático, es esencial recordar el inestimable papel de los datos en la construcción de un futuro más resiliente e inclusivo para todas las personas.