Formación y producción: dos piezas clave para las habilidades profesionales de la juventud

12 de Agosto de 2024
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La juventud es una etapa de la vida muy rica en oportunidades. Es un momento de aprendizaje constante, exploración y definición de lo que se quiere para el futuro. Las interrogantes que pueden surgir por el camino, se van despejando en la medida que se aprende de la experiencia de la familia, la escuela o de algún vecino o personas de referencia.

La formación de habilidades profesionales de la juventud amplía las oportunidades de acceso a empleos de calidad y puede ser clave en ese camino de  construcción hacia el futuro de las personas jóvenes, lo que en muchas ocasiones también significa aportar al ámbito local. 

Estudiantes de una escuela politécnica vinculada al proyecto PROFET en Cienfuegos realizan prácticas de albañilería

Estudiantes de la enseñanza técnica profesional en especialidades de la construcción

En el curso 2021-2022, más de 79 000 jóvenes se graduaron de la educación técnica y profesional, donde se abren alternativas para un acercamiento más profundo con las profesiones elegidas.

La enseñanza técnica profesional (ETP) en el país oferta formación en más de 100 especialidades agrupadas en trece familias de especialización y adopta un modelo que incentiva el acercamiento al mundo del trabajo potenciando  el vínculo con las futuras fuentes de empleo y del tejido empresarial del territorio.

Esta conexión de la formación con la demanda local puede tributar a un mejor desarrollo de conocimientos, habilidades y competencias profesionales de la juventud formada en el sistema de la ETP en diálogo con las necesidades territoriales y del mercado laboral, tanto estatal como privado.

Aprender en estas condiciones no sólo permite acceder a un oficio o a un empleo, también abre las puertas para participar en la vida económica  y ampliar los saberes de quienes enseñan más allá de la escuela en los espacios productivos.  

Constituye una ventana de posibilidades de crecimiento, de emprender e innovar y de desarrollar y poner en valor las capacidades de la juventud. 

¿Cómo potenciar esas oportunidades para la juventud y el desarrollo local desde la formación de habilidades profesionales en la enseñanza técnico-profesional?

He aquí tres lecciones aprendidas desde la experiencia del proyecto PROFET implementado en la ETP a partir de la colaboración entre el Ministerio de Educación (MINED), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE).

Grupo de jóvenes estudiantes de la enseñanza técnica profesional

Estudiantes de la enseñanza técnica y profesional de un instituto politécnico de formación en especialidades agropecuarias, provincia La Habana

1. Vincular docencia y producción

Imbricar docencia y producción como estrategia docente formativa puede aportar a la dinamización de la economía local a través del desarrollo de producciones cooperadas entre las instituciones educativas politécnicas y la diversidad de actores locales que conforman el tejido productivo.

En esa relación también las escuelas ganan una cierta autonomía para ofrecer productos y servicios, responder a las demandas territoriales y mejorar las condiciones institucionales.

Desde 2023, el MINED comenzó a implementar la estrategia docente-productiva en la ETP con el fin de potenciar el desarrollo económico y social desde la formación, a la vez que se enriquece el proceso formativo.

En ese escenario, 22 centros politécnicos vinculados a PROFET han sido fortalecidos para su desempeño como centros de producción, con mejores aseguramientos para el proceso docente educativo, como insumos y tecnologías para talleres especializados,  para la producción y prestación de servicios.

Además, han desarrollado capacidades de asociación con empresas u organismos de la localidad o acuerdos a corto y mediano plazo, lo que repercute en una mayor calidad en la formación técnica y profesional.

Este es un terreno fértil para que el estudiantado desarrolle habilidades e innovaciones profesionales basadas en la práctica, atemperadas a las características del mercado laboral y a las necesidades locales. 
 
Cincuenta y tres institutos politécnicos vinculados a PROFET han concretado  la creación de aulas especializadas en las  que el alumnado puede realizar, con acompañamiento docente, ejercicios prácticos más avanzados y atractivos como parte de su formación profesional.

En las especialidades de Agropecuaria y Construcción ha resultado clave la habilitación de laboratorios de veterinaria,  inseminación artificial,  análisis de suelos y de calidad de los materiales de la construcción. 

Las aulas especializadas apoyadas por PROFET en los politécnicos vinculados son una oportunidad para mejorar la calidad de la formación técnica y profesional


 

Estas aulas especializadas y la apuesta por la transformación digital con el fortalecimiento de laboratorios de computación han favorecido que los centros politécnicos asociados a PROFET sean abanderados en el uso de modernas tecnologías para la formación de habilidades profesionales.

La experiencia del centro politécnico Manuel Simón Tames Guerra,  de la provincia Guantánamo, resulta singular, pues el laboratorio de suelos instalado  permite realizar, con la participación de estudiantes y docentes, el análisis del sustrato empleado para la producción de semillas que la escuela facilita a siete productores y productoras del territorio, según describe  Rubén Márquez, metodólogo de la Dirección Provincial de Educación de Guantánamo.´

El metodólogo afirma, además, que jóvenes egresados que pudieron desarrollar sus habilidades en esa aula especializada hoy trabajan en el Laboratorio de Sanidad Vegetal de la provincia. 

2. Promover alianzas entre la escuela y los nuevos actores económicos del territorio

El esfuerzo de promover alianzas entre la escuela y los actores económicos, incluyendo  las micro, pequeñas y medianas empresas estatales y privadas (MiPyMES) constituye una oportunidad para ampliar el desarrollo de competencias profesionales, atender a nuevas demandas  del mercado laboral.

Este nuevo actor –MiPyMES - ha mostrado  interés por incorporar a la juventud en sus espacios productivos mediante  convenios de cooperación. Las experiencias concretadas hasta el momento han sido una oportunidad para aprovechar el conocimiento y las habilidades de las personas emprendedoras no solo en sus oficios, sino también en los modos de fundar y gestionar un negocio o empresa. 

Por otra parte, estos emprendimientos abren nuevas posibilidades de empleo en el entorno laboral y económico cubano.

Por ejemplo, en la provincia Pinar del Río, cuatro politécnicos vinculados a PROFET, han firmado contratos que relacionan a dos MiPyMES y cuatros empresas estatales.

La juventud formada en ese entorno de vínculos entre los centros politécnicos y nuevos actores económicos tiene la oportunidad de desenvolverse en  procesos productivos dinámicos.

3. Incentivar la producción desde los institutos politécnicos

Los institutos politécnicos también se pueden fortalecer como actores productivo y tienen a su favor lo que estipula el decreto Ley 364 que “establece de manera muy clara cómo potenciar producciones de cooperación entre los politécnicos y las entidades de la producción de los servicios”, como expresa Alexander Manso, director general de la Enseñanza Técnico Profesional y del proyecto PROFET.

El Decreto Ley 364 legisla la responsabilidad de los organismos y entidades en la formación y desarrollo de la fuerza de trabajo calificada.

Una persona en una olla

Cultivo de posturas en un instituto politécnico de la provincia Guantánamo

De este modo, los productos y servicios que logran implementar los centros politécnicos a partir de las alianzas con actores económicos del territorio y haciendo uso del potencial instalado en las aulas especializadas incrementa la capacidad de oferta a la población y las empresas en el entorno más cercano a la escuela.

Esta perspertiva  promueve el autofinanciamiento y la autogestión, que se revierte en mejora de las capacidades institucionales y aportes al desarrollo local. Al mismo tiempo, permite que los estudiantes valoren en mayor medida el aporte que hacen con su trabajo y desarrollen sus habilidades profesionales.

La implementación de esta experiencia en más de 15 politécnicos apoyados por PROFET ha generado aportes económicos que son empleados para la compra de insumos necesarios para el funcionamiento de las escuelas y la calidad del proceso educativo.

Un elocuente ejemplo desde la provincia Las Tunas, es el del centro politécnico Manifiesto de Montecristi donde se ha comenzado a impulsar un proyecto de desarrollo local económico productivo que incluye atención veterinaria usando el aula especializada apoyada por PROFET. 

Magdelaine Sosa, directora del politécnico, asegura que esa experiencia ha permitido mejorar las condiciones de estudio y trabajo con los ingresos generados; así como apoyar el abastecimiento de vegetales y hortalizas del círculo infantil de la comunidad, hogares de ancianos e instituciones de salud del territorio.

Los aprendizajes y el trabajo continúan  

El vínculo entre docencia y producción, las alianzas entre las escuelas y los nuevos actores económicos y el incentivo a la producción desde los centros politécnicos son tres lecciones aprendidas a raíz de la implementación de la estrategia docente productiva de la ETP impulsada por el MINED en centros politécnicos asociados a PROFET.

También apuntan a fortalecer el currículo escolar, garantizando una mayor relación y cercanía al contexto donde se forma el estudiantado, aprovechando las capacidades instaladas en los centros laborales y empresas y vinculando al personal de mayor experiencia a las tutorías.

En el centro está la juventud. El desarrollo de habilidades profesionales es una puerta a un mejor acceso al empleo. Abre la posibilidad de impulsar el desarrollo sostenible con la participación y creatividad de los jóvenes. Es, sobre todo, una apuesta por un futuro labrado con sus propias habilidades.