Remate de Ariosa, ubicado en el municipio de Remedios, es un consejo popular que queda a 42 kilómetros de la cabecera municipal. En años anteriores, la mayor parte de las producciones agropecuarias de Remante debían recorrer esa distancia antes de ser consumida por sus pobladores.

Tras distribuirse la cuota de su venta en Remedios, como mínimo dos días después, regresaba parte de ella a la tierra donde se produjo para ser vendida, con un consecuente aumento del costo para las y los consumidores y de pérdidas de calidad por su trasiego.

En el 2019, Remedios fue uno de los municipios que se incorporó al proyecto Autoabastecimiento Local para una Alimentación Sostenible y Sana (ALASS), implementado por el Ministerio de la Agricultura y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, con financiamiento de la Unión Europea como parte del Programa de Apoyo Estratégico a la Seguridad Alimentaria Sostenible en Cuba (SAS-Cuba).

Mapa de la zona norte de Villa Clara, Cuba. Al norte la ciudad de Remedios. Al sur, el Consejo Popular de Remate.

“Ahora la cosa es distinta”, dice Arias, “el Consejo Popular es integrador y con el apoyo del proyecto ALASS se logra un ciclo cerrado, donde se produce y se vende primero en nuestra comunidad todo lo que cultivamos, para luego compartir el excedente con otros territorios, lo que se convierte en un incentivo para aumentar la producción”. 

Delfina Claribel Arias, conocida como Bellita, desde hace más de 20 años es la presidenta del Consejo Popular de Remate. 

Delfina Claribel Arias, es la líder del Consejo Popular de Remate, Villa Clara.

En la localidad de Manzanares, en el municipio de Placetas, el fortalecimiento de las capacidades productivas locales con la contribución del proyecto también ha permitido cerrar ciclos.

“Hoy la zona se autoabastece de viandas y con el apoyo de ALASS se avanza para satisfacer la demanda de carne, hortalizas y frutales, facilitando a las personas el acceso a los alimentos”, relata el Intendente del gobierno local, Yoandi Ramírez.

"El proyecto en Placetas ha sido una oportunidad para nosotros porque nos ha permitido vincular a productores que eran desconocidos y que no estaban insertados en las cadenas, principalmente los de ganado menor", relata Ramírez.´

 "A través del diagnóstico identificamos y apoyamos a 27 productores y productoras de ganado menor, hortalizas y frutales. Hemos enfatizado en la disponibilidad de proteínas que es nuestra principal brecha nutricional".

Placetas, municipio que tenía grandes producciones de cerdo, se ha visto severamente afectado por una drástica caída en los volúmenes de producción de esta carne, debido a la carencia de piensos importados. 

Con el apoyo de ALASS, el territorio ha buscado variantes con la producción de ganado menor, municipalizando esta cadena para dirigir sus producciones al autoabastecimiento local y poder atender a la demanda de proteína de origen animal.

Yoandi Ramírez, Intendente del Poder Popular del Municipio Placetas.

“Nosotros teníamos una amplia tradición en la cría de cerdo y el carnero se lo dábamos a otras empresas fuera del territorio”, cuenta también Delfina Claribel.

 “No lo vendíamos en Remate porque no teníamos un punto de venta. Con la ayuda del proyecto hicimos un lugar de comercialización refrigerado para poder vender el carnero en la localidad y complementar ese valor proteico”.

El trabajo que apoya ALASS se basa en la ampliación y diversificación de los aportes nutricionales de la producción agroalimentaria del territorio. Como punto de partida, se realiza un diagnóstico integral de los requerimientos nutricionales de la población y de las capacidades del sistema alimentario local para satisfacerlas de forma sostenible, resiliente y con equidad. 

Ramírez, intendente de Placetas, advierte que el diagnóstico les permitió también planificar como actuar con la población más vulnerable y proyectar acciones para suplir sus necesidades nutricionales.

Por ejemplo, “en el hogar de embarazadas de la localidad hemos podido bajar el tiempo de estancias que éstas pasaban para recomponer sus niveles nutricionales adecuados cuando llegaban con bajo peso o anemia, a partir del aporte que hacemos desde el municipio para garantizar su alimentación. Hemos hecho acciones similares con el Hogar de Ancianos y el Hospital Psiquiátrico, fruto del vínculo directo con productores y productoras locales”.

 

 

 

 

 

 

El proyecto promueve a la alimentación como un ejercicio articulado de gobernanza local. Los diagnósticos realizados con el apoyo de instituciones del MINSAP permitieron identificar las necesidades nutricionales de niños, niñasm embarazadas y personas adultas mayores de la comunidad e integrarlos con prioridad a este ciclo de distribución local de alimentos.

Aun así, señala Delfina, “cuesta cambiar paradigmas y procesos de trabajo, porque tienen también que ver con cambiar la cultura de alimentación para ser autosustentables.  Por ejemplo, en los mismos centros educacionales se requiere adaptar a los niños a comer otros tipos de ensaladas como zanahoria y remolacha, que complementen su dieta de manera balanceada. Esto también se fortalece con acciones de educación nutricional que promueve SAS-Cuba”.

“Con la Federación de Mujeres Cubanas -relata- incorporamos a mujeres productoras y ahora son dueñas de su espacio, tienen la tierra a su nombre y no dependen de su esposo para decidir sobre sus producciones. Durante la pandemia pudimos seguir trabajando y lograr resultados. Yo no me quiero jubilar para poder acompañar todo el avance de este proyecto”.

ALASS promueve un cambio de enfoque para abordar los sistemas alimentarios locales, donde la nutrición, la sostenibilidad ambiental, la equidad y la descentralización se convierten en ejes centrales. Una perspectiva que intenta promover la autosuficiencia y soberanía alimentaria en correspondencia con la Ley SSAN. 

"Al proyecto aún le falta", indica Yoandi Ramirez. "Esperamos que se quede como sistema de trabajo y que contribuya a elevar el nivel de vida de la población en lo adelante".
 

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