Cuba tiene el potencial de sustituir el 34 por ciento del combustible que utiliza hoy a partir del uso de fuentes de bioenergía, señaló el Dr. Alfredo Curbelo coordinador del equipo que presentó la II edición del Atlas de Bioenergía en la Feria de Energías renovables celebrada recientemente en la Habana.

El uso de bioenergía podría ahorrar 2656 toneladas equivalentes de petróleo entre biomasa sólida, residuos líquidos y orgánicos. El investigador precisó que para la producción de dichas fuentes de energía se necesitan unas 40 mil hectáreas, que son el 1,3 por ciento de las tierras cultivables, pero que pueden ser utilizadas los tipos de tierra clasificadas como no cultivables.

De ese modo, se estima que al menos 8 provincias del centro y oriente del país pueden satisfacer con plenitud su demanda de electricidad para el uso de hornos y calderas en los sectores estudiados.

La nueva investigación contó con amplia participación de instituciones nacionales de tres áreas económicas vinculadas al tema, como la industria alimentaria, la agricultura y el sector agroforestal. Incluyó un enfoque de cadenas productivas en función de generar decisiones de carácter estratégico para la política nacional en el tema.

Con el biogás generable a partir de la Jatropha curcas, conocida como piñón de tempate, puede cubrirse el 20 por ciento de la energía que utiliza la maquinaria agrícola del país y permitir generar autonomía en buena parte de la producción agrícola nacional.

En ese sentido, se destacó que la industria azucarera ha logrados grandes niveles de autonomía a partir del aprovechamiento de sus insumos en un 92 por ciento. Sin embargo, se destacó que solo con el 8 por ciento de la biomasa generada puede satisfacer su propia demanda.

El principal consumidor de energía en los escenarios analizados es la maquinaria agrícola, así como los hornos y calderas de las industrias. El potencial de sustitución de la energía consumida en este proceso es de 82 mil toneladas equivalentes de petróleo.

Esta paulatina reconversión, precisó que está comprendida entre las prioridades del país para el desarrollo nacional y que existen tecnologías maduras que permiten el establecimiento de cadenas de valor, aunque demanda de distintos sistemas tecnológicos no implementados aún en los sectores que producen dichas fuentes de energía.

La investigación fue desarrollada por el Centro de Gestión de la Información y Desarrollo de la Energía, CubaEnergía, en el marco del proyecto de cooperación internacional Bioenergía, que contó con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el acompañamiento del PNUD y se ejecutó nacionalmente por la Estación Experimental de Pastos y Forrajes “Indio Hatuey”.

La Oficina Nacional de Estadísticas e Información asumirá la continuidad del análisis y se apropiará de los indicadores desarrollados especialmente para el Atlas.

PNUD en Cuba apoya varios proyectos relacionados con el uso de fuentes renovables de energía en los sectores agropecuario transporte, turismo y en para el beneficio de las comunidades rurales aisladas.