El Salvador compartió su experiencia en la Conferencia Mundial de Reconstrucción
30 de Mayo de 2022
El Salvador participó de forma virtual en la “5ª edición de la Conferencia Mundial de Reconstrucción” realizada en Bali y organizada conjuntamente por el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Mundial, el Fondo Mundial para la Reducción y la Recuperación de Desastres (GFDRR) y Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) en el marco de la Plataforma Internacional de Recuperación (IRP).
El país destacó en la sesión denominada “Evaluación de la recuperación en crisis complejas e interconectadas” y se centró en la experiencia de la elaboración de la Evaluación de necesidades post desastres (PDNA por sus siglas en inglés) de dos eventos combinados y en simultáneo, ocurridos en 2020: las tormentas Amanda y Cristóbal, y la pandemia por Covid-19.
El proceso de evaluación del PDNA fue liderado por la Secretaría de Comercio e Inversiones y el Ministerio de Economía, apoyado por un equipo de representantes de 23 instituciones estatales y conducido por un equipo de especialistas del PNUD, de la Unión Europea (UE) y del Banco Mundial (BM).
La evaluación estima costos del efecto combinado de las dos coyunturas, en términos de daños, pérdidas y costos adicionales, así como el costo de las necesidades combinadas para una recuperación integral y resiliente ante futuras crisis. El análisis se basa en datos del inicio de la emergencia por Covid-19 (marzo de 2020) y se finaliza con la presencia de las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal (principios de junio de 2020). A nivel de datos, la metodología separa los efectos de los dos eventos y después captura su interacción, generando hallazgos importantes y recomendaciones para orientar acciones de recuperación.
“Después de la evaluación, El Salvador hizo una revisión de su política y operatividad para su evaluación y recuperación post desastres, articulando los esfuerzos de diversas instituciones del estado y socios estratégicos como PNUD, Banco Mundial, Unión Europea. El gobierno solicitó apoyo al PNUD para preparar adaptaciones de la metodología PDNA a sectores específicos a fin de obtener una estandarización de cómo llevar a cabo las evaluaciones ante las ocurrencias de eventos que el país declara como desastres”, dijo el secretario de Comercio, Miguel Kattan, durante el evento, en el que, junto al viceministro de Hacienda, Jerson Posada, representaron al país.
Los mayores daños ocasionados por las tormentas tropicales se concentraron en vivienda y transporte, mientras que por la Pandemia fueron más afectados los sectores productivos de industria, comercio, turismo y servicios. Las necesidades estimadas de recuperación sumaron más de 1,200 millones de dólares, concentrados en su mayoría a el sector social, particularmente educación.
Se establecieron cinco líneas estratégicas para la recuperación: (1) gobernabilidad, (2) recuperación económica, (3) reducción del riesgo de la infraestructura resiliente y vivienda digna, (4) tecnología e innovación, bienestar y (5) protección e inclusión social. Después de la evaluación, El Salvador hizo una revisión de su política y su operatividad para la evaluación post desastre, se articularon esfuerzos con diversas instituciones del Estado y socios estratégicos, señalaron los funcionarios.
En el 2021, el Gobierno de El Salvador solicitó apoyo al PNUD para la adaptación de las metodologías PDNA a sectores específicos, para estandarizar los pasos para como llevar a cabo una evaluación ante la ocurrencia de desastres, fortaleciendo las capacidades locales, facilitando la información entre sectores y manteniendo la coherencia de la metodología estándar. En el 2022 se ha trabajado en la adaptación del Marco de Recuperación Post Desastre, partiendo del Marco de Recuperación internacional desarrollado por Naciones Unidas, Banco Mundial y Unión Europea.
Esta adaptación establece un marco claro y definido para eventos futuros con flexibilidad institucional y operativa y permite tener una mejor posición para dirigir procesos de recuperación integral; se plantea para implementar una recuperación resiliente para El Salvador, reduciendo los factores de riesgo y generando beneficios. La recuperación post desastre requiere mecanismos e instrumentos financieros adecuados, cuantificación rápida de costos, presupuestos de recuperación, identificación de fuentes de financiamiento y establecimiento para el mecanismo y seguimiento de los fondos.
El viceministro de Hacienda se refirió a la estrategia de “Gestión financiera ante desastres”, que tiene como objetivo resguardar la sostenibilidad fiscal del país ante el riesgo de catástrofes climáticas o sanitarias. Explicó que esta estrategia desarrolla la generación de conocimiento sobre el posible impacto fiscal ante desastres, la combinación de instrumentos y mecanismos financieros para la movilización de recursos, la inversión resiliente y el aumento de la eficiencia, eficacia y transparencia en el gasto público en gestión de riesgo y desastres.
La 5° edición de la Conferencia de Reconstrucción Mundial se denominó “Reconstruyendo para un futuro sostenible: construyendo resiliencia a través de la recuperación en un mundo transformado por COVID-19” y se centró en abordar las necesidades de recuperación socioeconómica sin precedentes, como un camino para reconstruir una sociedad resistente y sostenible en el mundo posterior a la pandemia.
La conferencia giró torno a tres subtemas: La recuperación social, infraestructural y económica de los desastres como una oportunidad para restablecer el camino del desarrollo hacia un futuro más verde y resiliente; abordar los efectos sociales y económicos y el impacto de la pandemia en los logros de desarrollo; y repensar los modelos de gobernanza de la recuperación: planificación, financiación y gestión de la recuperación de eventos complejos e interconectados de desastres y conflictos en el mundo.