La Cooperación Sur-Sur desempeña un papel indispensable en el panorama actual del desarrollo. Representa un ideal compartido entre los pueblos y los países del Sur definido por estrechas realidades históricas, similares senderos de desarrollo y desafíos compartidos. Todos los países tienen algo para aportar a la mesa en el intento común de encontrar y compartir soluciones que sean tanto eficaces en relación con los costos, como de fácil adaptación a la situación singular de cada país.

La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible reconocen el papel fundamental de la Cooperación Sur-Sur en el desarrollo mundial. Lo mismo sucede con otras importantes agendas mundiales, en particular con el Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres, el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre la Financiación para el Desarrollo. En ese contexto, el sistema de las Naciones Unidas viene intensificando sus esfuerzos para promover la Cooperación Sur-Sur como un importante complemento de la cooperación tradicional para el desarrollo.

Desde su creación, el PNUD ha trabajado con los gobiernos del Sur global para aumentar al máximo los efectos del desarrollo y acelerar la erradicación de la pobreza. Con anterioridad al Plan de Acción de Buenos Aires para Promover y Realizar la Cooperación Técnica entre los Países en Desarrollo de 1978, el PNUD convocó a un grupo de pensadores y planificadores de alto nivel en Kuwait para definir los principales temas que habrían de considerarse en la conferencia.