La pandemia ha profundizado todas las desigualdades preexistentes, especialmente para mujeres y niñas. Los datos indican que las mujeres se encuentran en el segmento más vulnerable de entre las personas que viven en pobreza, y la crisis por el COVID-19 ha agravado su situación: según datos del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), en República Dominicana aumentó el número de mujeres en situación de pobreza en relación a los hombres: en el año 2018 había 115 mujeres por cada 100 hombres, en el año 2020 había aumentado hasta 118 mujeres por cada 100 hombres.

Por otra parte, la violencia de género y la sensación de inseguridad de las mujeres ha aumentado con la pandemia, a la vez que ellas se enfrentaban a la crisis sanitaria de la pandemia desde la primera
línea de atención, ya que conforman el 73,2% de la fuerza laboral del sector salud en la región según la CEPAL.

Pese a ser un grupo especialmente afectado por la crisis generada por el COVID-19, la participación de las mujeres en la toma de decisiones hacia acciones concretas y de políticas y de medidas públicas  en respuesta a la pandemia ha sido limitada debido a que la mayoría de las instituciones públicas son lideradas por hombres. En el caso de la República Dominicana, sólo el 37% de miembros de los Task Force de COVID-19 eran mujeres, según datos del COVID-19 Global Gender Response.

Conseguir la igualdad de género es un logro imprescindible para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y para llevar a cabo un desarrollo humano justo, sostenible y sin dejar a nadie atrás.

El enfoque de género debe estar presente en las políticas de recuperación del país: las mujeres, como grupo especialmente afectado, deben estar en el foco de las medidas de recuperación socio económica y de respuesta a la crisis por COVID-19. Con el propósito de apoyar ese fin, este estudio hace un análisis de las acciones tomadas por el gobierno dominicano durante la pandemia y presenta algunas recomendaciones de políticas públicas tomando en cuenta la transversalización de género y su alineación al Plan Nacional de Equidad de Género (PLANEG III).