Primera mujer joven inventora y empresaria tecnológica en Guinea Ecuatorial
Maria José Ngüi: “No me toman en serio por ser mujer y joven, pero sigo luchando”
31 de Marzo de 2023
Malabo.- Maria José Ngüi Mbo Mangue, es una joven ecuatoguineana e hija última de 10 hermanos. Es soltera sin hijos y estudiante finalista de la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE) en la carrera de explotaciones agropecuarias. Es huérfana de padre. Su madre, Clara Mangue Asumu, trabaja como vigilante y también es agricultora.
Hoy con tan sólo 25 años, es la primera mujer inventora de Guinea Ecuatorial en el mundo tecnológico y cofundadora de la primera empresa de robótica de su país.
Fue beneficiaria del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el marco del Proyecto del “Apoyo a la Digitalización de Guinea Ecuatorial”, que para asistir al país durante la pandemia de la COVID-19, se compraron robots anti-pandémicos. La empresa de María José “TecnoBots” fue creada en ese contexto y jugó un papel muy importante durante la pandemia del COVID, ya que se encargó de mantener y asegurar el funcionamiento de los robots detectores de síntomas de COVID-19, los cuales fueron instalados en aeropuertos, hospitales y otras entidades públicas.
“TecnoBots nace gracias a la asistencia del PNUD. Cuando el PNUD adquirió los robots para apoyar al Ministerio de Sanidad y bienestar Social para el control de temperaturas y mascarillas en lugares de mucha afluencia de personas. Inicialmente el mantenimiento y gestión de estos estaba a cargo de una empresa extranjera de Rwanda que llegaron al país. Para la apropiación y gestión a nacional, Maria José Ngüi Mbo Mangue y su equipo fueron los encargados de capacitar al personal sanitario que los utilizaba. “En el año 2021, PNUD nos apoyo muchísimo en la legalización de la empresa y todo el proceso. Gracias a eso ganamos un contrato de dos años con ellos y hemos apoyado también al Ministerio de Sanidad. El PNUD ha sido ese impulso que necesitábamos a fin de convertirnos en jóvenes emprendedores en el área de las nuevas tecnologías”.
Desde su niñez, Maria José creció rodeada de chicos jóvenes cercanos, lo que forjó en ella un carácter hacia lo desconocido. “Desde pequeña crecía en un entorno rodeado de primos, hermanos y demás, todos varones por lo que empecé a tener curiosidad por las cosas que en ese momento la sociedad entendía que eran roles de hombres y empecé a tener curiosidad de las cosas que no entendía, así nace mi pasión por el mundo tecnológico”.
“Desde pequeña soy muy soñadora, y hasta ahora sigo soñando con poder ser una referencia y seguir ayudando a chicas y chicos jóvenes de Guinea Ecuatorial y de otros lugares. Me gustaría inspirar a otros en mi carrera y revolucionar la agricultura en Guinea Ecuatorial a nivel industrial fusionando la agricultura y la tecnología, algo nunca antes visto en mi país” asegura Ngüi Mbo.
En Guinea Ecuatorial se practica la agricultura de subsistencia. Según el Programa Nacional para la Seguridad Alimentaria (PNSA), la mayor parte de la agricultura es de subsistencia y autoconsumo, y no existen canales sólidos de comercialización ya que gran parte de los alimentos son de importación, lo que representa, por una parte, una oportunidad de ingresos perdida para el sector agrícola nacional y, por la otra, una causa de altos costos de los alimentos para la población. La mujer rural es el actor principal en la agricultura de Guinea Ecuatorial y en la economía rural. Las mujeres representan alrededor de un 80 por ciento de la fuerza laboral agrícola del país. Sin embargo, importantes desigualdades de género limitan sus condiciones de vida. En la actualidad, la mujer rural es la que lleva el peso más importante de las actividades agrícolas (PNSA ,2012).
En toda su familia, Maria José Ngüi es la única que esta metida en el mundo de las nuevas tecnologías. “Me gusta hacer las cosas de manera diferente, de ahí nace mi pasión por las nuevas tecnologías. Hasta los diez años vivía en el pueblo con mis padres y cuando me separo de ellos y llego a la ciudad, activé mi curiosidad en cosas ajenas a mi entorno y el querer entender como funcionan las máquinas, teléfonos, ordenadores, sistemas y demás. Me dije a mi misma, yo también puedo crear algo”.
En el 2019, Maria José Ngüi Mbo Mangue y su colega Angelina Verónica Mitogo, fueron las ganadoras del gran evento TEGCAMPUS 2019, en la modalidad de invento. Fueron las únicas mujeres en esta modalidad y fueron las que se llevaron el primer premio a través de su invento “El bastón inteligente”, que es capaz de detectar obstáculos a una cierta distancia y avisar a su portador/a, pensado para personas con discapacidad visual. “Me inspiré en una abuela mía que tenía discapacidad visual a fin de poder ayudarla a valerse por sí misma. Me encontré con alguien que me ayudó y gracias a eso adquirí conocimiento sobre la robótica, programación de dispositivos, la placa base y combinación de cableados, entre otras cosas. De la modalidad de inventos fuimos las únicas chicas y el resto eran hombres. Llegamos al Tegcampus y recibimos comentarios despectivos por ser mujeres y nuestros colegas no nos tomaban como oponentes ya que desvaloraban nuestro trabajo por ser mujeres. Pensaron que fuimos escogidas por favoritismo ligado a nuestro género”.
Es la Gerente y cofundadora de la empresa TecnoBots, que nació en tiempos de pandemia COVID-19 que surgió para apoyar en el control, prevención y lucha con la pandemia; pero también esta enfocada a la digitalización para ayudar a las entidades públicas y privadas de Guinea Ecuatorial a adaptarse a las nuevas tecnologías y salir de lo tradicional.
“Es penoso que por ser mujer y joven no te tomen en serio y no confíen en ti. El mundo del emprendimiento en Guinea Ecuatorial es todo un desafío para las mujeres. No me toman en serio por ser mujer y joven, pero sigo luchando” resalto Ngüi.
Según Maria José Ngüi, las mujeres de Guinea Ecuatorial enfrentan muchas barreras en el mundo de las nuevas tecnologías. Uno de los principales desafíos es la autoestima. Algunas estudian carreras ligadas a las nuevas tecnológicas, de estas pocas, muy pocas están colocadas en puestos de responsabilidad primaria, sino en puestos secundarios. Existen estereotipos de que trabajar en las nuevas tecnologías es cosa de hombres.
Las mujeres tienen una baja participación en gran parte de este sector y enfrentan desigualdades de género que se amplían con la brecha digital y tecnológica. Dicha brecha digital se manifiesta mediante la limitación en el ejercicio de la ciudadanía de las mujeres, tanto de los derechos civiles como de sus derechos sociales. Por ejemplo, a nivel global, menos mujeres (48%) que hombres (55%) tienen acceso a internet, lo cual limita la posibilidad de realizar intercambio de conocimientos e información (ONU-Cepal, 2022).
La brecha de acceso a internet se agudiza con la falta de habilidades digitales/técnicas, la cual tiene variaciones significativas por género. Incluso, en países en donde las mujeres tienen más o igual acceso a Internet, poseen menos habilidades para comprender, controlar y forjar vínculos de confianza con la tecnología.
Estas brechas son en sí mismas consecuencia de otras preexistentes tales como la desigualdad en materia de ingresos; la injusta desigualdad en materia de cuidados, que limita a las mujeres de disponer de más tiempo para explorar las tecnologías digitales; y, los sesgos de género respecto de los roles de hombres y mujeres en la sociedad, como pensar que la tecnología es un asunto para hombres genera menor confianza para explorarla y adentrarse en ella; existe poca socialización de los referentes femeninos de este sector en espacios educativos, comunicacionales, laborales, entre otros; y, hay menos presencia formal de las mujeres en estas áreas.