Con el horizonte en el desarrollo sostenible
50 años del PNUD en Cuba
30 de Mayo de 2023
En 1973, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estableció por primera vez su oficina permanente en el país.
En estas cinco décadas de trabajo, la organización ha acompañado a Cuba, en la respuesta a sus desafíos económicos, sociales y ambientales, con vistas a generar soluciones transformadoras en pos de un desarrollo sostenible.
La historia de estos 50 años es la de la articulación de las voluntades de instituciones, organizaciones sociales, personas del país o del mundo, en función de apoyar las prioridades estratégicas de desarrollo; de apostar por la innovación como un paradigma defendido en cada esfuerzo. Sobre todo, es el testimonio del compromiso, aún sobre cualquier dificultad, de avanzar cada vez más hacia un horizonte del desarrollo sostenible, uno que construya igualdad y bienestar para las personas en su diversidad y en su coexistencia con la naturaleza.
En este sitio se puede encontrar una aproximación a la historia de estos 50 años de esfuerzos conjuntos.
Años 70: década fundacional de la colaboración del PNUD con Cuba
En marzo de 1973 se aprobó el primer Ciclo de Programación con objetivos y acciones que configuraban las primeras colaboraciones.
Dos meses después, se estableció en el país la oficina del PNUD de modo oficial. Los resultados de la naciente colaboración hicieron posible que, en 1975, se formalizara la relación de cooperación existente, con la firma del Acuerdo Básico entre el Gobierno de la República de Cuba y el PNUD.
Esos años vieron nacer la colaboración en temas como:
1970. La previsión de eventos meteorológicos y estudios del clima
La formación de profesionales y personal técnico del Instituto de Meteorología fue apoyada desde PNUD, así como el equipamiento de instalaciones territoriales, dotándolas de técnicas modernas para la prevención de desastres naturales. La colaboración con este tema continúa hasta la actualidad con un enfoque más integral y multiactoral. Foto: Radares al Sur
1971. La utilización de derivados de la producción de caña
Se impulsó la construcción de la planta piloto, Cuba 9, en el central Pablo Noriega en la actual provincia Mayabeque, donde se comprobarían los métodos para la producción de distintos materiales a partir de la pulpa del bagazo, como fuente para la producción de celulosa, pulpa y papel.
1972. El apoyo al desarrollo de la industria biofarmacéutica
Se apoyó el reforzamiento de la Empresa de Productos Biológicos Carlos J. Finlay, en ese entonces Instituto Finlay para la Producción de Biológicos, encaminada a lograr el aumento en cantidad, calidad y diversidad de los productos biológicos dedicados a la prevención, tratamiento y diagnóstico de enfermedades transmisibles. La colaboración en este sector ha sido fortalecida en la actualidad.
1972. El impulso al desarrollo forestal
Con la creación del Centro de Investigaciones y Capacitación Forestal, se apoyó el desarrollo de un programa de reforestación y de industrias forestales mediante el inicio de un Plan de Investigaciones, la capacitación del personal forestal y el énfasis en la enseñanza sobre cultura forestal, entre otras acciones.
1974. La investigación y desarrollo de cadenas de productos exportables en la rama acuícola.
La colaboración del PNUD en la rama acuícola en el país se inauguró mediante asesorías, capacitaciones y equipamiento para el desarrollo del cultivo de la tilapia y el camarón. Este apoyo permitió le fortalecimiento de tres laboratorios piloto creados por el gobierno cubano en Santa Cruz del Sur, Tunas de Zaza y Manzanillo con el fin de incrementar la producción de camarones en el país.
1977. La introducción de técnicas nucleares en distintas ramas de la ciencia cubana
Con una mirada innovadora, fue promovido el uso de técnicas nucleares para la conservación a escala comercial de productos alimenticios, así como para el desarrollo de las bases científico-técnicas en el crecimiento y fortalecimiento de la industria minero-metalúrgica. Asimismo, se facilitó la aplicación biomédica de los radioisótopos, especialmente en el diagnóstico y caracterización de tumores malignos.
1978. El monitoreo de la contaminación marina.
Con el “Estudio de la contaminación ambiental en esteros, plataformas costeras y mares adyacentes a Cuba”, se impulsó la creación de un sistema nacional de vigilancia de la contaminación marina, y estudios a largo plazo de la influencia de la contaminación sobre ecosistemas marinos. La colaboración con este tema continúa hasta la actualidad mediante el apoyo al saneamiento de la bahía de La Habana, entre otras acciones.
Años 80: continuidad y exploración de nuevos escenarios de colaboración
En esta década, el PNUD continuó contribuyendo al desarrollo económico del país mediante el apoyo al incremento y la diversificación de exportaciones. También mantuvo el impulso a la industria biotecnológica e incursionó en el apoyo a la conservación y restauración del patrimonio.
Años 90: nuevos enfoques en torno al desarrollo
Esta etapa fue un período fecundo para la innovación, que tributó a ampliar el abanico de temas de la cooperación del PNUD con Cuba, en atención a las prioridades y desafíos del país en un contexto de crisis económica aguda.
1992: Impulso a la producción de alimentos
Se apoyó la conformación de una red de estaciones de transferencia de embriones para el progreso genético de la masa ganadera. También se propició el desarrollo de una tecnología integral de procesamiento y utilización de desperdicios, subproductos y residuos agropecuarios, industriales y de la pesca, incluyendo el reciclaje de residuales provenientes de instalaciones porcinas, como fuente de energía renovable y de alimentos para la propia producción de carne de cerdo.
1993: Conservación y uso sostenible de la biodiversidad en el ecosistema Sabana-Camagüey
En atención a los acuerdos de la Cumbre de Río de 1992 y de la política del país para la protección del medio ambiente, el PNUD inició su cooperación con Cuba para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad en 1993, en el ecosistema Sabana-Camagüey, del archipiélago con el mismo nombre.
La firma del proyecto “Protección de la biodiversidad y desarrollo sostenible en el ecosistema Sabana-Camagüey”, financiado por el GEF, inició una ininterrumpida colaboración que dura más de 20 años y ha logrado incorporar en el trabajo ambiental a sectores productivos, comunidades y gobiernos locales.
El proyecto generó cambios significativos en la actuación de los sectores productivos a partir de la implementación de normas técnicas, metodologías, amplios procesos de capacitación y buenas prácticas productiva.
1994: Desarrollo de la red de acceso a la información y el conocimiento en salud: Infomed
El PNUD apoyó la creación de una Red Electrónica de Información en Salud (Infomed), cuyos beneficios y utilidad práctica han sido fundamentales para el desarrollo de los servicios médicos cubanos y el aprendizaje de profesionales, personal técnico y estudiantes de la salud.
Otros proyectos también ejecutados por el PNUD, con apoyo del Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, han continuado las contribuciones para mejorar y ampliar el trabajo de esa red.
1996: Elaboración de los Informes de Desarrollo Humano nacionales
El PNUD asumió un enfoque integrador del desarrollo humano, diferente de otros intentos anteriores por contar con definiciones y acciones de medición, que colocó en el centro de atención, y con perspectiva de género, el bienestar y las oportunidades de las personas, expresados en informes nacionales elaborados desde 1996, con el acompañamiento de la Oficina en Cuba.
1995: Apoyo al aporte de Cuba a la preservación de la capa de ozono
A finales de 1993 se aprobó el Programa de País para la eliminación de las sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO) y comenzó la primera fase del proyecto de apoyo a la creación de la infraestructura institucional para abordar el tema.
Desde 1995 a la fecha el PNUD ha colaborado ininterrumpidamente con la Oficina Técnica del Ozono (OTOZ), para fortalecer sus capacidades y apoyar el proceso de eliminación del bromuro de metilo en la producción de tabaco y el cumplimiento de las metas internacionales relacionadas con el consumo de clorofurocarbonos (CFC).
La cooperación actual apoya a la eliminación del hidroclorofluorocarbonos (HCFC), así como el control más estricto de la recogida y destrucción inmediata de las SAO. Uno de los proyectos de mayor impacto ha sido el apoyo a la reconversión de la fábrica que produce aerosoles médicos para el tratamiento del asma de la totalidad de los pacientes del país.
1995: Validación de la vacuna recombinante contra la Hepatitis B
Tras años de investigación científica, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) desarrolló una vacuna recombinante contra la Hepatitis B, la cual pasó a proceso industrial en el Centro Nacional de Biopreparados. El PNUD, en alianza con la cooperación canadiense, apoyó con asesoría internacional, su validación y certificación internacional, proceso necesario para su comercialización. En la actualidad Cuba comercializa esta vacuna en más de 10 países.
1996: Formación de capacidades para la recuperación económica
El PNUD apoyó la capacidad de los principales organismos económicos nacionales encargados de políticas macroeconómicas, de potenciar el proceso de recuperación económica en Cuba través de capacitaciones en temas como análisis sectorial, manejo de finanzas públicas, técnicas bancarias, política salarial y seguridad social.
1998: El espacio local como escenario clave para el desarrollo
El Programa de Desarrollo Humano y Local (PDHL) fue una plataforma estratégica para acompañar los esfuerzos nacionales y locales, dirigidos a favorecer una acción coordinada de la cooperación internacional en apoyo al desarrollo local y como espacio para formas innovadoras de descentralización de la gestión de gobierno. Estuvo presente en 8 de las 14 provincias del país y en 60 de los 169 Municipios cubanos en una cooperación que se extendió por 15 años.
Durante la ejecución del Programa se desarrollaron estrategias locales para el desarrollo humano surgidas de procesos participativos que identificaron acciones y procesos específicos para cada caso. Asimismo, fomentó la articulación entre iniciativas locales y nacionales. El PDHL resultó ser un catalizador de la cooperación sur-sur y el trabajo interagencial de Naciones Unidas en Cuba. Facilitó además la transversalización del enfoque de género en el desarrollo local.
Años 2000: en la ruta de los Objetivos del Milenio
La entrada en el siglo XXI estuvo marcada por el compromiso de los Estados miembros de las Naciones Unidas con el impulso al desarrollo, la erradicación de la pobreza, la promoción de la dignidad humana y la igualdad, el logro de la paz y la sostenibilidad ambiental; metas incluidas en el espíritu de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). El PNUD en Cuba acompañó al país en este empeño y en la elaboración de los informes nacionales de cumplimiento de los ODM.
En la primera década de los 2000 se continuó potenciando la colaboración en temas ambientales como la conservación y uso sostenible de la biodiversidad en áreas protegidas y sectores productivos, así como la reducción de la desertificación y la sequía. Asimismo, se consolidó el trabajo en la respuesta integral al VIH en Cuba, iniciado en 1998. Los esfuerzos también se encaminaron hacia la descentralización de la gestión del sector agropecuario y su desarrollo.
Se diseñó el primer Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (MANUD), con la participación de varias agencias de Naciones Unidas con presencia en el país y en estrecho diálogo con las autoridades nacionales.
Años 2010-2023: con el horizonte en el desarrollo sostenible
La transformación digital, la innovación, la financiación al desarrollo, la igualdad de género y el desarrollo territorial se han convertido en ejes transversales de la labor del PNUD durante este período. Se ha impulsado la colaboración en temas como el gobierno eficaz, la transformación productiva, el desarrollo humano con equidad, empoderamiento económico de las comunidades, es especial las mujeres ,así como la sostenibilidad, el cambio climático, la resiliencia y la reducción de riesgos; en acompañamiento al Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social (PNDES 2030).