Un “superaño”
electoral

Fortalecer la democracia y la
buena gobernanza para
3,7 mil millones de votantes
en 72 países

Este es el año electoral más concurrido en la historia de la humanidad. La mitad de la población mundial, es decir, unos 3,7 mil millones de personas, tendrá la oportunidad de acudir a las urnas en 72 países. 

Muchas personas votarán por primera vez.
 

Desde Sudáfrica hasta el Pacífico sur, pasando por Europa y América, está en juego algo de una magnitud inmensurable: las personas que acudan a las urnas decidirán sus gobiernos locales y nacionales, y determinarán el panorama político, social y económico de todo el mundo de cara a los próximos años. 

Sin embargo, los miles de millones de personas que votarán este 2024 viven en un mundo muy desigual y, cuando aumenta la desigualdad, decae la confianza en los gobiernos.

Una de cada dos personas considera que no tiene control sobre su vida y dos de cada tres creen que tienen poca influencia en las decisiones de su gobierno.  

No es solo que los gobiernos y las instituciones no están cumpliendo con las expectativas de las personas para mejorar vidas, sino que la desinformación continúa alimentando la desconfianza, promoviendo la polarización extrema y contribuyendo a reducir los espacios cívicos.

Abordar estas cuestiones requiere más que una simple decisión en las urnas; se trata de asegurar sistemas de gobernanza que garanticen que todas las personas tengan voz, se cubran sus necesidades y se protejan sus derechos.

“Las democracias resilientes requieren buena gobernanza y esta no se puede crear de la noche a la mañana, sino que se construye sobre la base de instituciones sociales y políticas responsables, con normas, valores y una cultura basada en el respeto de los derechos humanos”.
– Marcos Neto, Subsecretario General de la ONU y Director de la Oficina de Políticas y Apoyo a Programas del PNUD

El panorama global 

 

En una época marcada por desafíos sin precedentes, desde el cambio climático hasta los conflictos y la pobreza, todos los países y sus sistemas de gobernanza han sido puestos a prueba.

En este contexto, los sistemas de gobernanza robustos, tanto a nivel mundial como en ámbito local, son la mejor defensa con que cuentan las sociedades. 

Contrariamente, los sistemas de gobernanza que fomentan la exclusión, la polaridad política y la discriminación obstaculizan los esfuerzos para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas de las personas. Son igualmente una barrera para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).  

Durante décadas, en el PNUD hemos estado trabajando con naciones de todo el mundo para fortalecer los procesos democráticos, proporcionar asistencia electoral, promover la participación de las mujeres en la política, y abordar la desinformación y la información incorrecta.  

Desde el año 2022 y hasta el 2025, nos pusimos el objetivo de apoyar a 800 millones de votantes a participar en las elecciones; para muchas de estas personas será la primera vez que acudan a las urnas. 

Junto con el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DESA), hemos puesto en marcha la iniciativa FutureGov para trabajar con el sector público con miras a alcanzar los ODS y responder mejor a las necesidades de los ciudadanos. 

La iniciativa refleja nuestro compromiso de apoyar la legitimidad democrática, la representación y la inclusividad, así como la rendición de cuentas de los gobiernos, el compromiso cívico y la participación pública. 

Este trabajo, que es siempre parte esencial de nuestra misión, es más vital que nunca.  

A logo of FutureGov
Woman voting

En el Perú, donde casi 4 millones de personas hablan quechua como primera lengua, la información electoral bilingüe contribuyó a una participación del 80 % en las elecciones municipales del 2023.

Foto: PNUD Perú / Bruno Cámara Rojo

Hacer que las elecciones cuenten

 

La relación entre la democracia y el desarrollo inclusivo es mundial, no exclusiva de un país o una región.

A nivel global, las persones abrazan la democracia, pero no se sienten plenamente satisfechas con este tipo de sistema político. En nuestro Informe sobre Desarrollo Humano 2024 mostramos que, si bien 9 de cada 10 personas en todo el mundo avalan la democracia, el apoyo a los líderes que pueden socavar el proceso democrático también ha aumentado notablemente. 

En última instancia, para que las personas les den apoyo, las democracias deben cumplir sus objetivos. Esto significa que los países deben invertir de manera urgente en sistemas de gobernanza adecuados para cubrir las necesidades de las personas, incluida la atención sanitaria, la educación y la seguridad. Deben ser legítimos, responsables e inclusivos para que los ciudadanos asuman y secunden las decisiones que se tomen. 

Las elecciones solo tienen sentido cuando forman parte de un sistema en el que las personas viven la acción del Estado de derecho y las instituciones proporcionan controles y contrapesos en el uso del poder al tiempo que frenan la corrupción.  

Las barreras a la democracia 

 

Estamos viendo niveles alarmantes de “retroceso democrático”, ya que los gobiernos se están volviendo cada vez más represivos o corruptos. La desconfianza ha conducido directamente a un aumento de la violencia política, la división e incluso de los golpes de Estado.  

La desinformación y la información falsa, creada deliberadamente para causar daño, son también una amenaza creciente y pueden engañar a los votantes, promover teorías conspirativas, corromper los datos de las encuestas y socavar la confianza en las instituciones. Debido a que todo esto tiende a aumentar durante las elecciones, lo que está en juego este año nunca ha sido tan importante. El Foro Económico Mundial ha calificado la desinformación como la principal amenaza a corto plazo durante la temporada electoral de este año. 

Las herramientas de desinformación e información falsa están evolucionando ante nuestros propios ojos, impulsadas por la inteligencia artificial y la sofisticada tecnología “ultrafalsa”, que puede evocar imágenes y voces casi imposibles de distinguir de la realidad. Las redes sociales, por su parte, también han acelerado este proceso, lo que hace que sea aún más fácil difundir ideas erróneas o perjudiciales, intencionalmente o no.  

Estos factores combinados no solo producen violencia, exclusión y discriminación, sino que entorpecen nuestra misión colectiva -y nuestro deber- de poner fin a la pobreza y proteger el planeta.  

Foto: Freepik / Felix Russell-Saw

El papel del PNUD 

 

Siendo el mayor proveedor de asistencia electoral de las Naciones Unidas, en el PNUD prestamos apoyo cada año a entre 40 a 50 países, de los cuales aproximadamente una tercera parte tendrá elecciones este año. Trabajamos con las naciones a lo largo del ciclo electoral, tanto desde la asistencia con los procesos de inscripción de votantes para garantizar que los ciudadanos puedan emitir su voto, como en mecanismos para abordar posibles disputas o conflictos. 

Del mismo modo, garantizar sistemas políticos más inclusivos es una de nuestras prioridades. Este “superaño” electoral se presenta en un contexto de sesgo de género generalizado, una regresión de los derechos que tanto esfuerzo han costado de ganar, incluidos los derechos LGBTIQ+, y un fracaso en reconocer plenamente el inmenso potencial de la juventud en los procesos políticos. En el PNUD estamos trabajando con 35 países para promover el liderazgo de las mujeres y nos asociamos con más de 100 naciones para impulsar transformaciones digitales que prioricen los derechos fundamentales. 

En Mozambique, nos aliamos con ONU Mujeres y organizaciones de la sociedad civil para reunir a dirigentes de partidos políticos, mujeres que participan en actividades u organizaciones políticas, candidatas, así como a la policía a fin de encontrar formas de prevenir y mitigar la violencia contra las mujeres durante las elecciones. También colaboramos con los órganos de gestión electoral y el Foro de Personas con Discapacidad para realizar dos estudios sobre la participación de las mujeres en las elecciones y la inclusión de las personas con discapacidad en las elecciones, respectivamente. Además, por primera vez en la historia del país, la versión actualizada de la constitución de la República de Mozambique ya está disponible en braille

Fotos: PNUD Mozambique / Rochan Kadariya

“Lo que soy no lo define mi discapacidad. Somos personas normales. Las personas con discapacidad deben participar en los procesos políticos y electorales sin ninguna limitación, como cualquier otra persona. Voté y espero que mi voto cuente”.
–  Ciudadano mostrando su dedo después de votar en las elecciones locales de 2023 en Mozambique

En el PNUD también prestamos especial atención a las amenazas a la honestidad y credibilidad electorales, como la contaminación de la información. Desde 2020 hemos presentado programas de integridad de la información en más de 30 países.  

A través de iVerify, nuestro verificador de datos gratuito, las personas pueden contrarrestar la desinformación y el discurso de odio, incluido en elecciones. Esta herramienta combina la inteligencia artificial con la verificación de datos humana, y ha sido nombrada el primer bien público digital en abordar la contaminación de la información electoral.  

iVerify logo.

La digitalización es una herramienta cada vez más eficaz para promover los derechos fundamentales y el desarrollo humano. 

En este sentido, nuestra estrategia digital ha sido fundamental para apoyar a más de 100 países en sus transformaciones digitales. En el Iraq, estamos apoyando los esfuerzos gubernamentales para garantizar la integridad electoral mediante el desarrollo de capacidades y el fortalecimiento de los sistemas de gestión electoral, las bases de datos y la planificación. La capacitación de las instituciones nacionales pertinentes tiene por objeto mejorar la participación cívica y fortalecer las habilidades y la representación de las mujeres en el gobierno del país. 

Iraqi voters cast their ballots for the Council of Representatives, or legislature, in what was the country’s third national election under the 2005 Constitution.

Los votantes iraquíes emitieron sus votos para el Consejo de Representantes, o legislatura, en lo que fue la tercera elección nacional del país conforme a la Constitución de 2005.

Foto: Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para el Iraq

En Fiji, con el apoyo de la Unión Europea, en el PNUD hemos puesto en marcha una iniciativa innovadora para promover la democracia digital y empoderar a los ciudadanos en toda la región del Pacífico. La iniciativa está recopilando datos vitales sobre las brechas digitales y el acceso de las personas a los servicios, al tiempo que proporciona subvenciones a organizaciones de la sociedad civil para proyectos que equipen a las personas, especialmente a los grupos marginados, con las habilidades y los conocimientos necesarios para navegar por el panorama digital de forma segura. El objetivo es ayudar a desarrollar la comprensión de la seguridad en línea mientras se combaten el discurso de odio y la desinformación. Asimismo, trabajamos con agencias de las Naciones Unidas en el grupo de trabajo para la agenda de identidad legal, que está en camino de garantizar que más de 300 millones de personas en situación de exclusión tengan documentación para 2025 que les acredite de manera oficial.

A collage of digital graphics and images to illustrate digitization strategies around the world.