Paul Aulestia, especialista en Biodiversidad del MAATE, subrayó durante su intervención que los conflictos entre la fauna silvestre y la actividad ganadera se originan por factores como la falta de regulación en actividades agrícolas, el cambio de uso de suelo, la cacería y la quema descontrolada. Estos problemas, junto con la inadecuada disposición de cadáveres y la presencia de animales domésticos asilvestrados, han incrementado la tensión en las zonas rurales, afectando tanto a los productores como a la fauna.

Marcelo Borré, coordinador del IRFF – Argentina, contribuyó con la experiencia de un seguro para mitigar el conflicto entre humanos y animales silvestres que se está desarrollando en Argentina. El producto busca proteger a los animales de producción y mascotas, por medio de una cobertura de muerte por depredación de especies protegidas. Para facilitar su implementación se han involucrado miembros del sector asegurador, ONGs y gobierno.

Desde el MAG, Fernando Rivera, especialista de Agroseguros, explicó cómo se está promoviendo la adquisición del seguro ganadero a través del proyecto CampoSeguro, para que, los ganaderos puedan fortalecer sus actividades productivas y mitigar el impacto de la fauna silvestre.

Por su parte, Karla Montalvo, representante de BAN Ecuador, reconoció los esfuerzos interinstitucionales, pero resaltó las dificultades económicas que enfrentan los ganaderos al intentar adquirir el seguro, ya que muchos invierten su capital en la compra de ganado y luego les resulta complicado cubrir costos adicionales, como vacunas y aretes, que son requisitos obligatorios para acceder al seguro.

Carla Apolo, coordinadora legal de la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros (FEDESEG), destacó la importancia de generar estas mesas de trabajo interinstitucionales, subrayando: "Visibilizar la problemática de la biodiversidad es clave para entender cómo los seguros pueden ser una herramienta eficaz para evitar el conflicto entre la vida humana y silvestre".