El sistema de Áreas Silvestres Protegidas (ASP) de Costa Rica es un modelo exitoso de conservación, que le ha valido al país importantes reconocimientos internacionales por sus esfuerzos en proteger y restaurar la naturaleza (PNUD, 2021). Los datos son elocuentes: el 27% del territorio continental se encuentra bajo alguna categoría de manejo y más del 50% cuenta con algún tipo de bosque o cobertura arbórea (MINAE – SINAC – CONAGEBIO – FONAFIFO, 2018 quien cita a SINAC, 2014).

Sin embargo, en el área urbana, Costa Rica tiene rezagos importantes en materia de planificación y desarrollo de ciudades y asentamientos humanos verdes y sostenibles. Una de las grandes amenazas a la biodiversidad a nivel mundial es el crecimiento descontrolado y poco planificado de las ciudades, y Costa Rica no escapa a esta realidad. Al mismo tiempo, la creciente población urbana demanda cada vez más los servicios ecosistémicos que proveen los espacios naturales (agua, confort climático, captura de carbono, belleza paisajística, deporte, recreación, alimentos, etc) (Acuña, Lobo y Vargas, 2022).

Es en este contexto que el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) con apoyo de GEF y PNUD, crea en 2021 una categoría de manejo de área silvestre protegida (ASP) conceptualizada para la protección, manejo, rehabilitación, recuperación, uso y disfrute es espacios relevantes para la biodiversidad en la ciudad, llamada Parque Natural Urbano (PANU).

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