Declaración del Administrador del PNUD en ocasión del Día Mundial del SIDA 2024

El tema de este año es: "Sigamos el camino de los derechos"

26 de Noviembre de 2024
a person sitting on a table
Foto: PNUD Ucrania / Artem Getman

Durante más de cuatro decenios, la respuesta mundial al VIH se ha definido en función de la valentía de las personas que viven con este virus, las comunidades y los activistas que han luchado denodadamente por una verdad fundamental: para lograr y mantener los resultados de la prevención y el tratamiento del VIH, debemos proteger los derechos humanos, especialmente los de las personas más vulnerables. El camino para poner fin al SIDA ha estado marcado por los audaces compromisos asumidos por los países para eliminar las barreras a los servicios,  avanzar en las respuestas dirigidas por la comunidad y mejorar la cobertura de la detección, la prevención y el tratamiento del VIH. Esto incluye los Objetivos 10-10-10 aprobados por los países para poner fin a la estigmatización, la discriminación, la violencia de género y las desigualdades, y a las leyes punitivas que bloquean el acceso a la prevención, el tratamiento y la atención del VIH. 

Sin embargo, actualmente nuestra comunidad mundial no está cumpliendo las expectativas y avanza con excesiva lentitud. El SIDA sigue causando la muerte de una persona por minuto (disponible en inglés). Más de la mitad (disponible en inglés) de las nuevas infecciones por el VIH se producen en grupos de población clave y sus parejas sexuales, los más afectados por la estigmatización, la discriminación y las leyes punitivas. Curiosamente, según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), ningún país está actualmente en vías de alcanzar los Objetivos 10-10-10. Los éxitos recientes ofrecen una hoja de ruta (disponible en inglés) para la acción, ya que países como Dominica y Namibia (disponible en inglés) han despenalizado recientemente las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Como copatrocinador de ONUSIDA y organizador de la Comisión Mundial sobre el VIH y la Legislación, de carácter independiente, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) está colaborando con los gobiernos, el sistema de las Naciones Unidas, la sociedad civil y otros socios para garantizar que todas las personas puedan acceder a servicios de calidad relacionados con el VIH, como se establece en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3. Esto implica invertir en organizaciones dirigidas por la comunidad, como las de Kazajstán y Eswatini (ambos enlaces disponibles en ingés), que prestan servicios jurídicos y de atención vitales a personas que son objeto de violencia de género y discriminación. Mientras tanto, en 2024, el Foro de Jueces de África cumplió un decenio de avances en la creación de entornos jurídicos y políticos propicios para promover los derechos de las personas que viven con el VIH y las poblaciones marginadas, de modo que puedan acceder a la prevención y el tratamiento del VIH. Esto ha inspirado foros judiciales que ahora funcionan en el Caribe, Europa Oriental y Asia Central. 

La tecnología digital se está utilizando para avanzar en la prevención del VIH, por ejemplo, los jóvenes defensores de la comunidad de personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero, intersexuales y queer (LGBTIQ+) en Filipinas (disponible en inglés) están utilizando herramientas digitales para impartir conocimientos prácticos sobre la prevención del VIH. La tecnología digital, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial también tienen un inmenso potencial para impulsar avances más amplios en la lucha contra el VIH. Sin embargo, estos avances dependerán en gran medida de si los países invierten en la Infraestructura Pública Digital, que incluye sistemas para garantizar la seguridad de los datos. Las actividades para impulsar la equidad en este ámbito incluyen una iniciativa del PNUD y la Unión Internacional de Telecomunicaciones destinada a prestar apoyo a 100 países para que establezcan una Infraestructura Pública Digital centrada en las personas a más tardar en 2030. 

Los progresos realizados para poner fin al SIDA corren peligro debido a la disminución de las inversiones en la cuestión del VIH. Sin duda, es necesario que los socios y donantes aumenten el apoyo a los países de ingreso bajo y mediano para alcanzar su objetivo de financiación anual de 29.000 millones de dólares (disponible en inglés) para 2025. Eso contribuirá a financiar lo que sabemos que funciona. En el Pacto para el Futuro, nuestra comunidad mundial se ha comprometido a garantizar un acceso equitativo a medicamentos y tratamientos seguros, asequibles, eficaces y de calidad, tanto para las generaciones presentes como las futuras. Ya estamos viendo cambios positivos, como la nueva Coalición Mundial para la Producción Local y Regional, la Innovación y el Acceso Equitativo (disponible en inglés), promovida por la Presidencia del Brasil del G20, cuyo objetivo es ampliar el acceso a los medicamentos, incluidas las tecnologías de prevención del VIH revolucionarias, como el lenacapavir, y los nuevos tratamientos para las personas que viven con el VIH. La nueva campaña del PNUD #Triple10Targets (disponible en inglés) también ofrece una plataforma muy necesaria donde los asociados pueden promover la eliminación de barreras para y con las personas que viven con el VIH y las más afectadas por este. El hilo conductor de estos esfuerzos es la comprensión de que para poner fin al SIDA debemos desmantelar las barreras estructurales y sociales y combatir directamente la estigmatización y la discriminación. Así podremos intensificar nuestros esfuerzos colectivos para poner fin al SIDA como amenaza para la salud pública al final de esta década.