Declaración del Administrador del PNUD en ocasión del Día Mundial del SIDA 2023
28 de Noviembre de 2023
En 1983 un grupo de activistas pioneros contra el SIDA acordó el manifiesto de los Principios de Denver (en inglés), que rechazaba la idea de que las personas que vivían con el VIH fueran víctimas y dejaba claro que tenían un papel central que desempeñar en todos los aspectos de la respuesta al SIDA. Se trató de un primer paso histórico hacia el principio de mayor participación de las personas con el VIH, que promueve la participación significativa de las personas que viven con el SIDA. Ese principio, encabezado por las comunidades, ha impulsado importantes avances. Esto se refleja en el hecho de que el número de personas que reciben tratamiento antirretroviral en todo el mundo casi se ha cuadruplicado: de 7,7 millones en 2010 a 29,8 millones en 2022. Sin embargo, en 2022, el SIDA se cobró una vida. Además, 9,2 millones de personas que viven con el VIH no tuvieron acceso a tratamiento. Lamentablemente, las tasas de nuevas infecciones y muertes no están disminuyendo lo suficientemente rápido como para cumplir la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de acabar con el SIDA como epidemia para fines de esta década.
Los países que dan prioridad a las comunidades, como Botswana y Zimbabwe, han logrado avances significativos. Recientemente han superado los objetivos “95-95-95” en pruebas y tratamiento antes del plazo de 2025. Esto significa que el 95 % de las personas que viven con el VIH conocen su estado serológico, que el 95 % de las personas que saben que viven con el VIH están recibiendo un tratamiento antirretroviral que puede salvarles la vida, y que el 95 % de las personas que están bajo tratamiento están consiguiendo la supresión del virus. Trabajando junto a socios clave como el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SISA (PEPFAR por sus siglas en inglés) y el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial), en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estamos ayudando a garantizar que las comunidades puedan liderar e informar directamente sobre el apoyo y los recursos que necesitan. Por ejemplo, en Burundi, junto con el Fondo Mundial estamos apoyando a organizaciones comunitarias de personas LGBTQI+ que prestan asistencia jurídica y apoyo psicosocial. En el Sudán, el reciente apoyo de la alianza ayudará a mantener el tratamiento del VIH para 11.000 personas (en inglés) durante el conflicto. Y en la República Dominicana y Filipinas (en inglés), estamos garantizando que las comunidades puedan participar en los planes y programas nacionales contra el VIH.
La evidencia muestra claramente que las leyes, políticas y prácticas que penalizan a las personas que viven con el VIH y otras poblaciones clave aumentan el estigma (en inglés), bloquean el acceso a los servicios, impiden respuestas eficaces al VIH y se cobran vidas. Un nuevo análisis (en inglés) que realizamos con el Instituto O'Neill y la Global Network of People Living with HIV (GNP+) ilustra los grandes progresos alcanzados en materia de despenalización, que han hecho avanzar la respuesta mundial al VIH, a menudo impulsada por las valientes actividades de promoción de las comunidades. Países como las Islas Cook y Mauricio se han sumado a un número cada vez mayor de jurisdicciones que están despenalizando las relaciones entre personas del mismo sexo. Sin embargo, existe una tendencia preocupante a la aprobación de leyes, procesamientos y persecuciones contra las personas LGBTQI+ en algunos países. Como parte de los esfuerzos para derribar barreras, en el PNUD lideramos la iniciativa SCALE (en inglés) que apoya a los países y las comunidades a impulsar el progreso en pos de los objetivos históricos 10-10-10 (en inglés), en particular el compromiso de apoyar el liderazgo de las personas que viven con el VIH y otras poblaciones clave para eliminar las leyes, políticas y prácticas punitivas y discriminatorias que están socavando las respuestas al VIH. Además, una de nuestras nuevas guías ofrece un conjunto de herramientas prácticas para ayudar a garantizar una mayor participación de las personas LGBTI+ en los procesos políticos y electorales.
A medida que la financiación para el VIH retrocede a los niveles de 2013 y con un déficit de financiación del 90 % estimado para los programas de prevención del VIH destinados a poblaciones clave en 2022, existe una necesidad apremiante no solo de aumentar la financiación, sino también de financiar lo que funciona, incluidos la prevención (en inglés) y el tratamiento, combinados con pruebas y derechos, así como la integración del VIH en la cobertura sanitaria universal. Al celebrarse el 75º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos en 2023, todos los países tienen la obligación de impulsarla activamente, lo que incluye proponer leyes no discriminatorias, promover la igualdad de género y reforzar las respuestas comunitarias. Como parte del sistema de las Naciones Unidas, en el PNUD nos hemos comprometido a apoyar a las comunidades, especialmente a las personas que viven con el VIH y otras poblaciones clave, para que asuman el liderazgo. Se trata de un paso fundamental de la misión para poner fin al SIDA como amenaza a la salud pública a más tardar en 2030.
El tema del #DíaMundialDelSIDA que se celebra el 1 de diciembre de 2023 es "Dejemos que las comunidades lideren".