Mujeres que impulsan un futuro libre de deforestación en la Amazonía

Los bosques del Ecuador, que van desde las exuberantes cuencas fluviales andinas hasta los bosques secos del sur, están amenazados, sobre todo, por la agricultura.
María José* se sentó entre un grupo de mujeres que se habían reunido para compartir sus experiencias y retos como ganaderas en la Amazonía ecuatoriana. Durante la conversación, ella compartió una historia sobre su colega Martha*. Un día, Martha pidió dinero a su marido para comprarse unas botas de goma nuevas para trabajar en la granja familiar. Su marido se negó, priorizando sus propias necesidades por encima de las de ella, a pesar de su papel principal en el éxito de la granja.

Esta historia se convirtió en inspiración para la campaña “Botas Violeta”. Las botas de color violeta son una herramienta y a la par, un poderoso símbolo que representa la contribución decisiva de las mujeres en la agricultura y su papel indispensable en el mantenimiento de los medios de subsistencia. Estas botas destacan los esfuerzos de las mujeres en el campo, que a menudo se pasan por alto, al tiempo que promueven la igualdad de género.
Inicialmente se lanzó bajo el programa PROAmazonía y el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica del Ecuador (MAATE). El éxito de la campaña permitió su expansión por parte del PNUD para llegar a comunidades en todo el país. Desde 2022, se han entregado 1.894 pares de botas moradas a mujeres de la Amazonía ecuatoriana. Estas botas no solo son una herramienta de empoderamiento, sino también un recordatorio visual de la importancia de avanzar hacia la equidad entre hombres y mujeres.

En el Ecuador, las botas de trabajo moradas se han transformado en un símbolo del empoderamiento económico y social de las mujeres.
“La historia de Martha refleja un problema más profundo: a pesar de la contribución vital de las mujeres en las fincas familiares, su autonomía financiera se ve frecuentemente socavada. Esto revela la violencia económica, una forma de violencia de género a la que se enfrentan muchas mujeres en la Amazonía. La iniciativa 'Botas Violeta' aborda este reto promoviendo el empoderamiento financiera y económica al tiempo que fomenta el reconocimiento del papel fundamental de la mujer en el desarrollo sostenible".
- Patricia Serrano, especialista del programa regional del PNUD, Equipo de Ambiente y Energía en la región de América Latina y el Caribe
Abordar la raíz de la deforestación
La campaña "Botas Violeta" se lanzó en 2023. Formaba parte de un programa más amplio y transformador: PROAmazonía o Programa Integral Amazónico para la Conservación Forestal y la Producción Sostenible, y su Plan de Acción de Género, para reducir las brechas de género.
Al mismo tiempo, los bosques del Ecuador, desde las exuberantes cuencas de los ríos andinos hasta los bosques secos del sur, estaban amenazados, principalmente por la agricultura. La población local, que depende de la agroindustria para obtener ingresos, estaba perdiendo valiosos hábitats que albergan la mayor diversidad biológica de América Latina.
Financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y el Fondo Verde para el Clima (GCF), e impulsado por el PNUD con la asistencia técnica de ONU-REDD, bajo el liderazgo del MAATE y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), PROAmazonía implementó el Plan de Acción REDD+ del Ecuador: "Bosques para el Buen Vivir".
El proyecto vinculó las agendas de clima y naturaleza, en un enfoque innovador que promueve simultáneamente la producción sostenible y la conservación de los bosques. Este modelo contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible en los que el PNUD pone mayor énfasis en la cuenca del Amazonas, empoderando a las personas, salvaguardando el futuro de las comunidades indígenas y apoyando los medios de subsistencia.

El Ecuador es líder regional en certificación libre de deforestación, con más de 93.000 hectáreas en distintas etapas de transición hacia la libre deforestación.
Innovando por un futuro libre de deforestación
Como parte de la estrategia regional del PNUD para promover la gestión sostenible de los bosques a través de la inclusión social, PROAmazonía se centró en la creación de cadenas de valor libres de deforestación. Agricultoras como María José y Martha aprendieron técnicas novedosas y sostenibles en Escuelas de Campo para Agricultores especialmente creadas para cultivar café, cacao y aceite de palma, así como criar ganado en paralelo a iniciativas de protección forestal. Las Escuelas de Campo priorizaron la inclusión de las mujeres.
El proyecto contribuyó a crear la certificación nacional de producción libre de deforestación y a vincular a los agricultores con créditos y compradores. Esto impulsó un cambio de mentalidad entre las comunidades: en lugar de explotar los recursos naturales, protegerlos era clave para obtener mayores ingresos, estabilidad y paz.
Fotos: PNUD / PROAmazonía
Florita Gallegos, ganadera del Sinaí, aumentó la producción de leche de 20 litros con 15 vacas a 25 litros con solo cuatro. "Antes tenía el ganado atado, pero ahora tengo cercado eléctrico", explica. “Eso me ha dado tiempo libre para otras tareas. Antes no cuidábamos los bosques. Talábamos todos los árboles. Pero ahora dejo el bosque intacto".
Luzmila Huatatoca, representante del Centro Kichwa Río Guacamayos, una organización indígena, en la provincia de Napo, afirma: “Toda la comunidad se involucró, de acuerdo con una planificación concertada. Esas actividades nos llevaron a cumplir las metas que nos propusimos. Pudimos expresarnos y explicar lo que queremos hacer y cómo queremos que nuestras iniciativas mejoren la calidad de vida de las comunidades".
El Ecuador es ahora líder regional en la certificación de zonas libres de deforestación, con más de 93.000 hectáreas en distintas fases de la transición. El café, el cacao, el aceite de palma y el ganado se venden a través de mercados internacionales trazables y rentables. Los vínculos comerciales y los acuerdos mercantiles internacionales han permitido exportar al Grupo Lavazza -empresa italiana líder en el sector cafetero mundial- 34,5 toneladas de café libre de deforestación hasta 2024 y 10,8 toneladas de cacao a la empresa belga Silva Cacao.

El café, el cacao, el aceite de palma y el ganado se comercializan en mercados internacionales trazables y rentables, lo que proporciona mayores ingresos a los agricultores, mientras se preservan los ecosistemas y la biodiversidad únicos del país.
“Cuando se empodera a las mujeres indígenas y a las organizaciones locales para que participen en la toma de decisiones, se logran avances significativos en la protección de la naturaleza a la par que se mejoran los ingresos y las oportunidades en correspondencia con sus necesidades y cosmovisión. El enfoque participativo ha sido uno de los factores de éxito de PROAmazonía. Este enfoque innovador ha integrado la financiación del FVC y del FMAM en una única cartera, creando una base sólida para movilizar en el futuro recursos adicionales, mientras se trabaja con una visión compartida”
– Inka Mattila, Representante Residente del PNUD en el Ecuador
Estas lecciones realzan la conexión entre los retos regionales. La integración de prácticas sostenibles en los sistemas agrícolas crea un efecto dominó, contribuyendo a los objetivos climáticos regionales y ofreciendo un modelo replicable para otros países de la cuenca amazónica. Fomentar la confianza entre las comunidades, los gobiernos y los socios ha sido fundamental para el éxito del programa y ha respaldado nuestros esfuerzos para promover la cooperación Sur-Sur, facilitar la transferencia de conocimientos y movilizar financiación para el clima y la naturaleza.

Integrar prácticas sostenibles en los sistemas agrícolas genera efectos en cadena, contribuyendo a los objetivos climáticos regionales y sirviendo como modelo para otros países de la cuenca del Amazonas.
La campaña "Botas Violeta" es un recordatorio de que estas relaciones sólidas y transparentes requieren tiempo, paciencia y esfuerzo. Hoy, "Botas Violeta" son un símbolo de empoderamiento e igualdad de género en la Amazonía y en todo el Ecuador, y recuerdan a mujeres como María José, Martha, Florita y Luzmila su capacidad para impulsar el cambio económico.
“Antes, solo los hombres tenían derecho a hacer cosas como vender queso. Las mujeres estaban confinadas en la casa. Pero ahora, gracias a estas formaciones, somos iguales. Muchas mujeres ya no pedimos permiso. Podemos vender un pollo nosotras mismas o hacer negocios, incluso convertirnos en líderes. Juntos estamos progresando: mi marido, mis hijos y yo, todos trabajando como iguales. Sería maravilloso que todo el mundo trabajara así”
- Florita Gallegos, ganadera
*Los nombres han sido modificados para proteger la identidad de las personas narradas en esta historia.