Panamá, 31 de agosto de 2018- Con una brecha de financiamiento de 2,5 mil millones de dólares para implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y dos de cada seis personas en el mundo sin acceso a una cuenta bancaria formal, los mecanismos financieros innovadores se revelan como una alternativa para cerrar la brecha financiera e impulsar el desarrollo sostenible.
Así lo explica el equipo de expertos en finanzas alternativas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Marina Petrović y Robert Pasicko, quienes dirigen desde el centro regional de Estambul el Alternative Finance Lab (AltFin Lab), iniciativa creada en 2016 para explorar y aprovechar nuevas tecnologías financieras y mecanismos para acceder a la inversión.
“Debido al mundo cada vez más cambiante de hoy en día, los gobiernos, la ciudadanía y los actores del desarrollo deben adaptarse rápidamente, comprender mejor las tecnologías avanzadas y aprender cómo se pueden utilizar de la mejor manera para el beneficio de la sociedad en general”, explica Pasicko.
Los expertos del AltFin Lab visitaron Panamá por invitación de la Oficina País del PNUD, con el fin de conocer más de cerca los avances en innovación con casos prácticos, y así poder intercambiar con organizaciones que ya están promoviendo iniciativas de blockchain, fintech y crowdfunding, como la Ciudad del Saber, la Cámara Panameña de Tecnología (CAPATEC) y la Autoridad para la Innovación Gubernamental (AIG).
En esta línea, el equipo de PNUD de AltFinLab y del área de Ambiente y Desarrollo Sostenible del PNUD en Panamá organizaron una sesión de intercambio de experiencias, desafíos y oportunidades, así como un taller interactivo dirigido por los expertos de PNUD, en donde también participaron representantes de ONU Ambiente, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial (BM), la AIG, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), e iniciativas del sector privado que están actualmente innovando en Panamá.
La oportunidad sirvió para conformar grupos de trabajo y crear conjuntamente ideas con potencial de desarrollo para catalizar financiamiento y recursos a través de nuevas tecnologías. “Se espera que nuevas tecnologías como blockchain, crowdfunding, bonos de impacto social, entre otros, cambien el sistema financiero global, y el financiamiento para el desarrollo no permanecerá inmune a estas tendencias”, resume Petrović.
En su calidad de organización presente en más 170 países y territorios, el PNUD aspira a consolidarse como articulador entre actores clave con necesidades para avanzar en el desarrollo sostenible y change makers de la innovación tecnológica a través de plataformas multi-actores que permitan soluciones concretas, ágiles y accesibles que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas.
Jessica Young, oficial nacional de Programa para Ambiente y Desarrollo Sostenible del PNUD en Panamá, indica que “en un contexto de retos para lograr cerrar brechas financieras es imprescindible que la organización transite hacia la nueva generación del PNUD con ideas probadas en la práctica, fácilmente adaptables a los contextos locales, que permitan alcanzar estrategias de financiación innovadora, con miras a hacer realidad la Agenda 2030”.
En la misma línea, Marina Petrović, del equipo de Innovación del PNUD, explica que “para crear una estrategia innovadora de financiación alternativa del PNUD, se necesita consolidar la experticia de las oficinas en los países. Lo más fácil sería acoplar las oficinas de país del PNUD con los socios locales y empoderarlos para sus propios proyectos de financiamiento alternativo”.
Un ejemplo de finanzas alternativas son los Development Impact Bonds, instrumentos de inversión basados en el pago por resultados. La especialista en infraestructuras del Banco Mundial, Inga Afanasieva, explica que bajo esta modalidad de financiamiento el reembolso a los inversores depende de que se alcancen resultados sociales específicos, lo que traslada el riesgo de inversión desde sector público al privado. Según la especialista, estos bonos tienen el potencial de mejorar la eficacia de la ayuda al desarrollo y la rentabilidad al cambiar el enfoque hacia la calidad de implementación y la entrega de resultados exitosos.
Otro sistema de financiamiento innovador es el crowdfunding, también conocido como financiamiento colectivo o micromecenazgo. “El micromecenazgo está en el origen de todas las plataformas de desarrollo modernas. Cuando recurrimos a las plataformas, dirigimos el dinero donde más se necesita. Las personas pueden agrupar las mejores ideas y votar por ellas. Los gobiernos y los donantes pueden canalizar los fondos recaudados, financiando proyectos que la ciudadanía apoya”, explica Marina Petrović.
Desde el año 2015 el equipo PNUD de Marina Petrović y Robert Pasicko ha dirigido 35 campañas de crowdfunding y logrado movilizar más de 1,2 millones de dólares. Las oficinas de campo están trabajando en campañas valoradas en 7 millones de dólares, según explican los expertos.
Una de las tecnologías con más potenciales para el desarrollo es el blockchain o estructura de datos que contienen metainformaciones. Esta tecnología ofrece posibles soluciones a una amplia gama de cuestiones, incluida la conservación de los recursos naturales, el crecimiento económico y la inclusión y seguridad financieras, áreas en las que el PNUD ha comenzado a trabajar a nivel global.
“Desde sistemas para transferencias de remesas para los refugiados en El Líbano, el registro electrónico de tierras en Georgia o el desarrollo de plataformas electorales en Ucrania, las potencialidades del blockchain son enormes pues proporciona una forma más efectiva de transferir y rastrear fondos”, explica el especialista Robert Pasicko.
Instituciones participantes
En el intercambio participaron representantes y especialistas de Fundación Ciudad del Saber, Cámara Panameña de Tecnología (CAPATEC), la Autoridad para la Innovación Gubernamental (AIG), ONU Ambiente, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial (BM), la Autoridad para la Innovación Gubernamental (AIG), la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Municipio de Panamá, Banesco, Consejo Nacional Empresa Privada (CONEP), Corporación La Prensa, Fortesza y Redoxigen.