Gamificación para la educación financiera: creando resiliencia por medio del juego
18 de Enero de 2023
En un mundo cambiante con economías cada vez más inciertas, los jóvenes exploran y buscan alternativas financieras de distinto tipo, usan billeteras digitales y se interesan por las criptomonedas. Sin embargo, esta población tiene niveles muy variados de educación financiera. Se recomienda enfáticamente que este tipo de formación se imparta y aborde desde temprana edad en las escuelas. Esta línea de acción permite despertar el interés de niños, niñas y jóvenes en la temática y desarrollar herramientas innovadoras que faciliten su aprendizaje. La educación financiera es un vehículo clave para lograr mayores niveles de inclusión y desarrollo.
Las habilidades vinculadas a la planificación y administración de las finanzas personales son fundamentales para lograr un bienestar resiliente y sostenible. La educación financiera no solo ayuda a tomar mejores decisiones en cuestiones como ahorro o inversión, sino también a mitigar y prevenir riesgos que afecten negativamente las posibilidades materiales de las personas para llevar adelante un nivel de vida decente. Este tipo de alfabetización también promueve la inclusión financiera al expandir las competencias necesarias para acceder a servicios financieros y usarlos correctamente.
Desde el Co_Lab, Laboratorio de Aceleración del PNUD en Argentina, señalamos a la gamificación, es decir, el aprendizaje por medio del juego, como una opción potente para lograr la alfabetización financiera. Nuestro camino ya recorrido, que incluye un ciclo de trabajo dedicado a la inclusión financiera, nos ha enseñado la importancia del aprendizaje vivencial, basado en interacciones simples, intuitivas y centradas en la experiencia del usuario. De ahí que concluimos que combinar gamificación con apps puede ser un vehículo muy poderoso de aprendizaje. El juego como estrategia didáctica incentiva la aplicación de conocimiento en situaciones concretas y vivenciales; así, pone en marcha mecanismos que facilitan la internalización y el desarrollo de competencias. También resaltamos que el uso del celular, como medio tecnológico, tiene potencial para dar lugar a procesos de aprendizaje intergeneracional, desde los jóvenes hacia los adultos, respecto al uso de herramientas financieras, particularmente aquellas de carácter digital.
En alianza con Lufindo, llevamos adelante una experiencia de educación financiera orientada a adolescentes y basada en el uso de herramientas digitales y en la gamificación como estrategia didáctica.
La experiencia empezó con un diagnóstico inicial sobre el nivel de alfabetización financiera de los participantes y prosiguió con una serie de sesiones de juegos virtuales, con el formato “escoge tu propia aventura”. En otras palabras, el juego se iba desenvolviendo a partir de las decisiones que los usuarios seleccionaban. Estas decisiones estaban relacionadas con situaciones cotidianas, tal como ahorrar para comprar una bicicleta o decidir qué hacer cuando recibimos dinero como regalo de cumpleaños. De esta forma, se puso a los jóvenes en contacto con conceptos financieros básicos, como inflación, interés o diversificación de riesgos.
¿Qué aprendizajes nos dejó esta experiencia?
Alfabetización financiera en jóvenes. Cerca del 60% de los jóvenes participantes demostraron tener niveles básicos de alfabetización financiera. Al desagregar por género, observamos una leve brecha que deja algo atrás a las adolescentes frente a sus pares masculinos. Por lo tanto, existe un espacio interesante para pensar las acciones de educación financiera desde la perspectiva de género. Este hallazgo está en sintonía con otro documento nuestro recientemente publicado, Mujeres en Red donde se evidencian las barreras significativas que ellas deben enfrentar.
Comportamientos financieros. A través de las decisiones sobre cómo recaudar dinero para una compra en un contexto inflacionario y qué hacer con éste, observamos que la mayor parte de los jóvenes demostraron que son capaces de identificar instrumentos financieros básicos, por ejemplo el plazo fijo, como herramientas que los ayuda a mitigar fenómenos potencialmente negativos como la inflación. Respecto a cómo juntar el dinero necesario para cumplir con el objetivo de compra que proponía el juego, los jóvenes también mostraron capacidad para decidir sobre estrategias diversas, desde optar por un trabajo en relación de dependencia, llevar adelante un emprendimiento propio o invertir.
Educación financiera por medio de la gamificación. Los participantes de la experiencia valoraron este tipo de propuesta que va más allá de la tradicional exposición de conceptos y facilita aprendizajes de manera lúdica, mediante desafíos concretos e identificables.
Nuestra experiencia nos permitió reconocer a la gamificación como una estrategia didáctica óptima para el afianzamiento de habilidades financieras en los jóvenes. A diario, ellos deben tomar decisiones financieras propias del momento de vida que atraviesan, tal como las vinculadas con becas de estudio o un primer empleo. En la actualidad, deben asumir estas primeras responsabilidades financieras en un contexto signado por la inestabilidad económica y la expansión de la oferta de productos financieros digitales. Todas estas circunstancias nos interpelan y nos llevan a reflexionar sobre cómo los jóvenes se ven afectados por necesidades de aprendizajes financieros específicos, donde la gamificación aparece como una respuesta ágil e innovadora.
Autores:
Micaela Zapata - Consultora en Laboratorio de Aceleración de PNUD Argentina.
María Verónica Moreno - Jefa de Mapeo del Laboratorio de Aceleración de PNUD Argentina.
Lorena Moscovich - Jefa de Experimentación del Laboratorio de Aceleración de PNUD Argentina.
César Zarrabeitia - Jefe de Exploración del Laboratorio de Aceleración de PNUD Argentina.