El PNUD solicita 113,5 millones de USD para apoyar la recuperación temprana después del desastre
Tras el terremoto en Türkiye, millones de toneladas de escombros aún no han sido retirados
24 de Febrero de 2023
Ankara, Türkiye – La remoción de las pilas de escombros generados por el derrumbamiento de miles de edificios a causa de los devastadores terremotos que asolaron la región sudoriental los días 6 y 20 de febrero de 2023 es la principal prioridad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su respuesta al desastre. Gran parte del pedido de financiación de 113,5 millones de dólares de los Estados Unidos (USD) formulado el 16 de febrero de 2023 por el PNUD en el marco del llamamiento urgente de las Naciones Unidas, de 1.000 millones de USD, dirigido a los donantes se asignará a la retirada de escombros.
"En el PNUD nos centramos en la recuperación temprana", afirma Louisa Vinton, Representante Residente del PNUD en Türkiye. "Mientras apoyamos la respuesta de emergencia, ya pensamos en el enorme esfuerzo que será necesario para restablecer la vida normal en la zona. Remover los escombros es un primer paso vital, pero debemos mostrar respeto por las vidas humanas y los sueños que quedaron truncos", afirma Louisa.
El objetivo actual del PNUD es ayudar a prevenir las amenazas a la salud pública de las poblaciones afectadas y de los equipos de respuesta a las emergencias. Como primera medida, el PNUD ha enviado 160 contenedores de residuos de 770 litros, 54.000 kg de cal viva y 10.400 litros de desinfectante al municipio metropolitano de Hatay. Estos productos ayudarán a las autoridades locales a recoger y trasladar los residuos, desinfectar los escombros y compensar la actual falta de agua limpia para satisfacer las necesidades de bebida y limpieza. Estos suministros se entregaron los días 20 y 21 de febrero de 2023, y próximamente se prestará más apoyo.
El PNUD proveerá en breve a las comunidades afectadas inodoros portátiles y artículos adicionales para la recolección de residuos que se necesitan con urgencia, al tiempo que trabajará para reparar algunos de los servicios de abastecimiento de agua dañados que se requieren con premura. Un cargamento de contenedores para su uso como almacén de bienes de emergencia también está en camino al municipio metropolitano de Hatay.
Más allá de estas medidas de emergencia, el PNUD tiene previsto ayudar al Gobierno a abordar la abrumadora tarea de la gestión de escombros y su remoción. Según el Ministerio de Medio Ambiente, Urbanismo y Cambio Climático de Türkiye, se han inspeccionado hasta ahora más de un millón de estructuras, de las cuales 156.000 edificios, incluidas 507.000 viviendas y oficinas, se han derrumbado por completo o están tan dañados que será necesario demolerlos.
Las primeras estimaciones del PNUD indican que el desastre ha generado entre 116 y 210 millones de toneladas de escombros, en comparación con el terremoto de Mármara de 1999, que generó unos 13 millones de toneladas de escombros.
"El alcance del desafío es casi inconcebible", dice la Sra. Vinton. "Para visualizar el volumen total de lo que hay que retirar, imaginemos una superficie de 10 km por 10 km cubierta de escombros apilados, de un metro de altura." Así, la superficie estimada de escombros -100 km2- es mayor que la de Manhattan, de 59 km2.
El PNUD estima que la destrucción ha dejado sin hogar a 1,5 millones de personas y que será necesario construir 500.000 nuevas viviendas para cubrir esta necesidad. Primero habrá que retirar los escombros para despejar el camino a las entregas vitales de alimentos, agua y otros suministros, y comenzar a restablecer las actividades sociales y económicas normales.
Mediante el apoyo a la respuesta del Gobierno, el PNUD se propone promover un enfoque respetuoso con el medio ambiente en la gestión de los escombros, reciclando las materias primas que contienen, en lugar de simplemente verterlos. Además, el PNUD trabajará para generar oportunidades de subsistencia, empleando a residentes locales para que ayuden a mover y procesar los escombros.
El PNUD aprovechará su experiencia en la respuesta a terremotos en otros lugares, como Haití, Nepal y el Pakistán; a la explosión masiva en Beirut en 2020; y a la destrucción bélica causada por la invasión rusa de Ucrania. En Nepal, por ejemplo, el PNUD recicló el 90 % de los escombros de las zonas dañadas que gestionó.
La remoción de escombros es solo una de las diversas esferas en las que el PNUD procura trabajar en apoyo de sus asociados gubernamentales en la fase inicial de recuperación. El PNUD también se propone ayudar a restablecer los medios de subsistencia y reactivar las pequeñas empresas, asistir a las autoridades locales en la prestación de servicios sociales clave, incluido el apoyo psicosocial, y ayudar a proteger los monumentos del patrimonio cultural dañados y en peligro en una zona que contiene numerosos tesoros de incalculable valor de antiguas civilizaciones.
Aquí encontrarás más información sobre las prioridades del PNUD en la respuesta al terremoto (en inglés).