Hacia la seguridad, la paz y el desarrollo
Transformar el cuerpo policial en tiempos de crisis
6 de Septiembre de 2024
Un llamado a la policía es habitualmente el primer paso en una situación de peligro. Sin embargo, en muchas regiones del mundo, la gente duda de la policía. Las razones van desde la desconfianza en las fuerzas del orden pasando por un comportamiento policial abusivo, hasta las barreras de carácter logístico. En algunas zonas afectadas por crisis, contar con un cuerpo de policía efectivo y responsable es fundamental para que las personas y las comunidades se sientan seguras.
El Día Internacional de la Cooperación Policial pone de relieve el papel fundamental de la cooperación para la seguridad pública, la prevención del delito y la violencia, y la salvaguardia de los derechos humanos. En el PNUD, nuestro trabajo en materia de seguridad comunitaria en más de 40 contextos afectados por los conflictos ha demostrado que el enfoque más efectivo es la transformación de la policía en función de las necesidades de la gente.
En Gambissara (Gambia), la policía comunitaria, que cuenta con nuestro apoyo, ha marcado una verdadera diferencia. "Antes de esta iniciativa, no pasaba un día que no viviéramos robos, violaciones o daños domésticos", comenta Ali Bongo, uno de los líderes de los voluntarios de la policía comunitaria. Ahora, los delitos han disminuido y la vida es más segura.
En todas las regiones, especialmente en contextos de crisis o conflicto, es crucial que la policía colabore con las comunidades y construya confianza. Para lograrlo, es necesario que las fuerzas del orden actúen con integridad, transparencia y responsabilidad. Las personas necesitan confiar en que los policías serán responsables por el uso excesivo de la fuerza o las violaciones de derechos humanos, lo cual requiere una supervisión efectiva.
En países como la República Democrática del Congo (RDC), el Líbano, Nigeria y Venezuela, en el PNUD estamos ayudando a los gobiernos a crear plataformas digitales, diseñar códigos de conducta y establecer políticas que garanticen la rendición de cuentas de la policía. En la RDC, un nuevo departamento provincial de supervisión se encarga del control y las investigaciones internas, mientras que en el Líbano, más de 390 municipios participan en una reforma que promueve la policía comunitaria, la supervisión y la rendición de cuentas.
En el Iraq, las estaciones de policía modelo ofrecen servicios de "ventanilla única" que son accesibles y están centrados en las personas. En estos lugares, las encuestas que encargamos en el PNUD han mostrado que estas innovaciones han aumentado la confianza pública y duplicado los informes de delitos, incluyendo casos de violencia contra mujeres y niños. En el PNUD también hemos capacitado a 2.290 formadores de policía, de los cuales 120 son mujeres, para promover cuerpos de policía eficaces y la participación comunitaria. Estas capacitaciones han llegado a más de 6.000 oficiales en todo el país.
La digitalización, cuando es inteligente y basada en los derechos humanos, también puede mejorar la prestación de servicios policiales, optimizar recursos y combatir la impunidad. En el PNUD hemos apoyado la digitalización de departamentos de policía en la RDC, Gambia, Granada, Honduras, Nigeria, el Pakistán y otros lugares.
En Honduras, respaldamos una nueva plataforma digital para analizar factores de riesgo e indicadores de violencia e inseguridad en 298 municipios. En Granada, junto a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), promovimos la iniciativa Police Force Goes High Tech (La policía se moderniza), que es un nuevo sistema de información que está ayudando a la policía a pasar de informes en papel a digitales, mejorando la vigilancia del crimen y la gestión de datos.
Las alianzas y un enfoque integrado son clave para el éxito de las reformas policiales. Junto con el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, en el PNUD copresidimos el Punto Focal Global de la ONU para el Estado de Derecho (GFP por sus siglas en inglés). El GFP proporciona experiencia y financiación catalítica, y refuerza un enfoque conjunto de las Naciones Unidas para reducir la violencia, proteger los derechos humanos, y restaurar la justicia y la seguridad para las personas afectadas por crisis y conflictos.
A través del GFP, en el PNUD estamos impulsando reformas en la RDC, Haití, Malí, Somalia y Sudán del Sur. En Haití, donde las bandas armadas controlan el 80 % de la capital, apoyamos a la policía nacional en colaboración con la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito y la Oficina Integrada de la ONU en el país. Esta iniciativa mejora la seguridad ciudadana, busca expandir la presencia policial y fortalecer su capacidad para controlar las bandas armadas, además de mejorar el control fronterizo.
En Sudán del Sur, más de 200 comités de relaciones entre el cuerpo policial y las comunidades promueven la transparencia y la rendición de cuentas de la policía. El 40 % de estos están liderados por mujeres, jóvenes y personas desplazadas internamente. Gracias a su trabajo, la seguridad ha mejorado, especialmente para mujeres y niñas. Estos resultados se deben al apoyo conjunto de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur y el PNUD.
Estos ejemplos muestran que una policía centrada en las personas puede traer cambios reales, incluso en las situaciones más difíciles. Cuando los cuerpos de policía, siendo responsables y profesionales, representan a las comunidades a las que sirven, pueden construir confianza, mejorar la seguridad y abrir el camino para una paz y desarrollo sostenibles.