
En la era digital, la información fluye a una velocidad sin precedentes, impulsada por el crecimiento de Internet, el consumo de noticias en redes sociales y el acceso masivo a la telefonía móvil. Sin embargo, no toda la información que circula es verificada, lo que puede generar desafíos para la formación de opiniones fundamentadas. En este contexto, la capacidad de la ciudadanía para analizar críticamente los contenidos, contrastar fuentes y tomar decisiones informadas se convierte en un pilar esencial de la democracia.
Más allá de la noción absoluta de "verdad", la solidez democrática se construye sobre el respeto a la diversidad de perspectivas y la promoción de un debate público basado en la evidencia. Por ello, comprender cómo la desinformación influye en la toma de decisiones y fortalecer estrategias que fomenten la alfabetización mediática y digital es clave para garantizar una participación ciudadana consciente e inclusiva.

Fortalecer a la integridad de la información, un reto global con impacto local
La desinformación representa un desafío crítico en la sociedad actual. Según el informe de la UNESCO (2020) “Periodismo, ‘noticias falsas’ & desinformación: manual de educación y capacitación en periodismo”, es fundamental diferenciar entre tres conceptos clave:
Desinformación: es una información falaz que la persona/organización difunde a sabiendas de que es falsa, con la intención de causar un perjuicio. “Es una mentira deliberada e intencionada, y apunta a que la gente está siendo activamente desinformada por actores maliciosos”.
Información errónea: es aquella que es falsa, pero la persona/organización que la difunde cree que es cierta y no tiene la intención de causar un perjuicio.
Información maliciosa: es aquella que se basa en la realidad, pero que se utiliza para infligir daño a una persona, organización o país, es decir, la información, aunque verídica totalmente o en parte, se difunde con la intención de causar un perjuicio.

El costo de la desinformación
Las elecciones son el corazón de la democracia. Información creada y difundida intencionalmente para engañar, causar daño, puede influir en la opinión pública u obtener beneficios políticos/económicos.
Manipulación de votantes: información errónea sobre candidatos o procesos electorales alteran decisiones.
Campañas políticas con datos inventados.
Teorías conspirativas difundidas para sembrar miedo.
Imágenes o videos editados para desacreditar a una persona o institución.
Debilitamiento del diálogo y ataques a periodistas
El aumento de la polarización y la difusión de información falsa reducen los espacios para el debate constructivo y la búsqueda de consensos. Además, la labor periodística se ha visto afectada: en América Latina, el 40% de los comunicadores ha enfrentado acoso por desmentir información errónea, maliciosa o desinformación, según estudios de organizaciones de derechos humanos.
Abordar este reto implica fortalecer la alfabetización mediática, fomentar la verificación de datos y promover el acceso a información confiable. La construcción de sociedades más informadas y resilientes depende de la responsabilidad compartida entre medios de comunicación, gobiernos y ciudadanía.

Iniciativas que transforman: inclusión y acceso a la información
El proyecto Fortalecimiento Democrático de la Institucionalidad Electoral implementado por PNUD, ha colaborado con el Consejo Nacional Electoral (CNE) para democratizar el conocimiento electoral:
Videos en lenguas indígenas: materiales formativos traducidos a kichwa y shuar, garantizando que comunidades históricamente marginadas comprendan el proceso de votación. Conoce más aquí.
Instructivos del MJRV (Módulo de Jornada Electoral): Guías visuales y sencillas para que ciudadanos de todas las edades sepan cómo votar, verificar actas y reportar irregularidades. Conoce más aquí.
Data Electoral con infografías que resumen todos los datos que necesitas saber para comprender las Elecciones Generales 2025. Conoce más aquí.
¿Cómo identificar y abordar la Desinformación? Utiliza tu pensamiento crítico y piensa dos veces antes de hacer clic
Triangula fuentes: contrasta la información en al menos tres medios confiables.
Analiza la intención: ¿busca informar, persuadir o provocar emociones? La desinformación suele apelar al miedo o la ira.
Usa tecnología a tu favor:
Extensiones como InVID (verifica videos) y Ecuador chequea
Plataformas oficiales como CNE Ecuador para datos electorales.
Educa a tu red: comparte solo contenido verificado y denuncia contenidos que contengan desinformación o información errónea o maliciosa en redes.
El rol ciudadano en votar consciente, tu poder para cambiar el futuro
La democracia es una construcción diaria. Al informarnos, cuestionar lo que creemos y votar desde la ciudadanía crítica, fortalecemos el diálogo, el respeto de las diferencias y la convivencia en democracia para nosotra/os y las futuras generaciones.
Consulta plataformas electorales: compara propuestas de candidatos en sitios oficiales como CNE.
Promueve diálogo respetuoso: en familia, redes o comunidades, fomenta conversaciones basadas en datos.
Ciudadanía: ejercer pensamiento crítico y exigir rendición de cuentas.
La ciudadanía informada es un agente de cambio. Infórmate, comparte y vota con confianza.