La paz, una condición para el desarrollo de las sociedades
16 de Mayo de 2022
Hoy, 16 de mayo se conmemora el “Día Internacional de la Convivencia en Paz” para recordar la importancia de vivir en paz y prevenir la violencia, reflexionando que mucho está a nuestro alcance cuando aceptamos las diferencias, y somos capaces de escuchar, respetar y apreciar a los demás (Resolución 72/130 de la Asamblea General de la ONU, 2017).
Y también ser conscientes que vivimos en sociedades con muchas inequidades y luchas. Estamos rodeados de diversidad de conflictos, a nivel mundial, las guerras, accesos limitados a medicinas y alimentos, las crisis climáticas, de desplazados y refugiados, etc. Estas realidades no son ajenas a Honduras y tienen un impacto negativo en las vidas humanas. Debilitando la confianza y socavando el goce de derechos. Sin embargo, con acciones preventivas y de respuesta a crisis, se puede contribuir para superar divisiones y la violencia.
Y, eso, no es tarea sencilla, porque la paz y la seguridad requieren de confianza y solidaridad. Impacta saber que, de acuerdo con una investigación del PNUD realizada en Tegucigalpa y San Pedro Sula, la mayoría de entrevistados señalaron que viven en una situación donde “nadie confía en nadie” en sus barrios o comunidades; sumando a ello, los espacios públicos, al ser dominados por maras, pandillas o delincuencia común, carecen de su valor para la recreación y como lugar de encuentro para las interacciones vecinales. La continua sospecha y el temor generan una convivencia negativa (PNUD, ASJ: Estudio de la situación de maras y pandillas. Honduras: 2019).
A nivel macro, el descontento y manifestaciones de violencia, en su gran mayoría, son contra el Estado y en contextos de luchas de poder. De acuerdo con el Sistema de Alerta Temprana que monitoreaba eventos de violencia durante las recientes elecciones e implementado por la Unión Europea y el PNUD, de los 124 incidentes reportados, los de mayor frecuencia estuvieron vinculados con actos violentos, amenazas y homicidios. Asimismo, según una encuesta de noviembre de 2021 realizada para el PNUD, más del 70% de las personas contestaron tener ninguna o poca confianza frente a la labor de transparencia y rendición de cuentas de las instituciones públicas.
En estos contextos, salvaguardar la paz y la seguridad ciudadana es esencial para un desarrollo sostenible. Y, esto, está intrínsecamente relacionado con el fortalecimiento de un estado de derecho, con instituciones efectivas y eficientes, y transparentes, liderazgos comprometidos, y con políticas sociales incluyentes, protegiendo a las personas más vulnerables, los grupos menos favorecidos y aquellos que históricamente no han sido atendidos, bajo una mirada de resiliencia y sostenibilidad.
Desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) hemos facilitado procesos y herramientas para promover espacios de convivencia pacífica, como la mediación interna, que consiste en apoyar y fomentar procesos de diálogo, y/o negociación para prevenir, manejar, y resolver conflictos. Este tipo de mediación involucra a figuras que están dentro del conflicto y pueden usar su influencia y credibilidad para resolverlos, así como se contribuye en hacer más eficiente el sistema de justicia. Trabajamos con grupos insuficientemente representados para promover liderazgos, su participación y representación en espacios de toma de decisiones, en esto la juventud tiene un rol central. Asimismo, acompañamos procesos para la prevención de conflictos, liderados por las autoridades nacionales y locales.
Estas iniciativas, basadas en los derechos humanos, aportan a la confianza, tanto a nivel comunitario como institucional, fortaleciendo la cohesión social. El mantenimiento de la paz es una responsabilidad compartida, y nuestro rol es promover la tolerancia, la inclusión, la comprensión y la solidaridad. La convivencia pacífica es un pilar fundamental de la agenda para el desarrollo sostenible y una condición para garantizar la dignidad de las personas.