Cómo las mujeres indígenas hacen frente a la crisis climática
La lucha local
14 de Octubre de 2022
Para las mujeres indígenas del Pueblo Xikrin, el bienestar y el entorno natural son inseparables. "¡El bosque es nuestro hogar! En el bosque nacemos, crecemos, formamos nuestras familias y criamos a nuestros hijos", dicen. "Es el bosque el que nos da alimentos y medicinas. Es donde construimos nuestra historia y nuestra cultura, que es nuestra vida. Proteger y defender el bosque es cuidar nuestros hogares y preservar nuestras vidas", afirman.
Por eso, cuando empezaron a construir y urbanizar los alrededores de la selva, las mujeres de la comunidad "Mẽbêngôkre", o gente del agua grande, a lo largo del río Amazonas (Brasil), fueron las primeras en actuar. Ya han perdido gran parte de su territorio, explican, aunque "luchamos para la conservación de la selva y la biodiversidad, para que nuestros hijos tengan una vida sana", explican.
Para garantizar la protección de su hogar a largo plazo, en 2003 las mujeres Xikrin se unieron para fundar la Associação Bebô Xirin do Bacajá. Se trata de una iniciativa indígena que promueve la cadena local de suministro de aceite de coco “babasú” y la artesanía como alternativa económica para el pueblo Xikrin, mejorando la calidad de vida y el bienestar social de los pueblos indígenas y protegiendo al mismo tiempo la tierra de la deforestación.
HERMANDAD
Mediante la producción y venta (en portugués) de telas pintadas a mano, bolsos y mochilas y aceite de coco “babasú”, las mujeres han conseguido generar ingresos a través de los mercados locales y de las redes sociales. Al afianzar su pequeña empresa y contribuir a la economía verde, están ampliando la cadena de suministro de aceite de coco “babasú” a través de su producción de productos básicos sostenibles.
La iniciativa, que también incluye a los hombres y tiene como objetivo incorporar a todas las aldeas del territorio de Xikrin, mantiene el bosque intacto, a la vez que brinda apoyo a la comunidad para generar ingresos. A través de esta iniciativa, la comunidad puede ayudar en los esfuerzos para vigilar su territorio y concienciar sobre sus derechos para protegerlo.
Las mujeres son fundamentales para la producción de alimentos. Sin embargo, este ejemplo pone de manifiesto la lucha que muchas de ellas, especialmente las que viven en zonas rurales, a la que se enfrentan para mantener el acceso a los derechos sobre la tierra, los recursos, las finanzas y la toma de decisiones. Menos del 20 % de los propietarios de tierras en todo el mundo son mujeres, a pesar de que constituyen casi la mitad de la mano de obra agrícola mundial. Para que la sociedad transite hacia sistemas agroalimentarios más sostenibles y equitativos, los sistemas de producción a pequeña escala serán clave para progresar (en inglés).
CIENCIA Y CONOCIMIENTO INDÍGENA
En Mozambique, la iniciativa Ocean Revolution Moçambique ha estado apoyando a los pueblos Indígenas de la Bahía de Inhambane, incluidos los pescadores de pequeña escala y rurales, para generar ingresos y proteger el ecosistema. La organización forma a las comunidades para que preserven y protejan los hábitats vitales de los manglares y las praderas marinas de la Bahía, a la vez que las pone en contacto con actividades alternativas de generación de ingresos para aumentar su resiliencia ante los crecientes impactos del cambio climático.
En colaboración con una universidad local, se apoyó la obtención de títulos académicos avanzados en arqueología, acuicultura, ingeniería medioambiental, gestión costera, dirección de organizaciones sin ánimo de lucro y biología marina, con becas disponibles para las niñas. Algunos miembros de la comunidad se han convertido en buceadores o biólogos marinos certificados, creando además puestos de trabajo en el ámbito de las ciencias marinas y el turismo, al tiempo que combinan la ciencia moderna y los conocimientos indígenas.
Luisa Emidio, que ahora está aprendiendo a ser electricista, recibió formación para reparar camiones. "Con el dinero que gano, puedo comprar ropa y también pagar mi transporte. Mis hermanos siguen estudiando. Cuando necesitan algo para la escuela, puedo ayudarles a comprar material escolar. Me gustaría tener un pequeño taller y seguir trabajando en los camiones", explica.
HACIA UNA NUEVA ECONOMÍA VERDE
En todo el mundo, las mujeres Indígenas están impulsando el cambio económico invirtiendo en soluciones y empresas con impacto positivo para la naturaleza. En Papua Nueva Guinea, Mauberema Ecotourism, Nature Conservation, Education, Research & Training Center - MENCERTC (Centro de Ecoturismo, Conservación de la Naturaleza, Educación, Investigación y Formación de Mauberem) ha reunido a grupos tribales, y en particular a mujeres, para crear empresas con impacto positivo para el medio ambiente, incluida una gran empresa de ecoturismo.
La organización comunitaria reúne a ocho comunidades para gestionar de forma sostenible 665 hectáreas de varios ecosistemas. A través de asociaciones con universidades locales y organizaciones internacionales de conservación, los jóvenes locales, especialmente las niñas, reciben formación para liderar los esfuerzos de conservación en torno al ecosistema de Mauberema, al tiempo que obtienen ingresos. Desde los cultivos autóctonos hasta el café, pasando por los productos forestales no madereros y el ecoturismo, las empresas basadas en la naturaleza integran los valores y las prácticas autóctonas, los conocimientos tradicionales y la generación de ingresos en su metodología de conservación.
Mejorar la vida de las mujeres rurales es fundamental para luchar contra la desigualdad, la pobreza y el hambre. Con el apoyo de la Iniciativa Ecuatorial y Global Environment Facility Small Grants Programme (en inglés), estas mujeres son algunas de las que están tomando medidas locales para mejorar la vida de sus comunidades. Sus esfuerzos son el reflejo del papel fundamental de la acción local en la lucha contra el cambio climático, desencadenando las transformaciones necesarias para abordar la naturaleza de las crisis a las que se enfrenta el mundo para lograr el desarrollo sostenible.