Aisha es una de los 125 jóvenes de Potiskum (Nigeria) seleccionados para participar en una capacitación de ocho semanas sobre oficios comunitarios como la sastrería, cosmetología, producción de cuero, tejido y hostelería
Una historia de recuperación y resiliencia
26 de Octubre de 2022
Aisha Abubakar tiene 19 años y ha sido testigo de las dificultades que traen los conflictos. Recuerda con dolor cuando su ciudad natal de Potiskum, en el estado de Yobe, en el noreste de Nigeria, fue atacada por los insurgentes.
“Recuerdo varios ataques contra Potiskum que iban desde atentados suicidas hasta emboscadas. Fue una experiencia terrible para todos, permanecimos en casa todo el día, ya que no teníamos ningún otro lugar a donde ir”, relata. “Aquello fue devastador para nuestra comunidad. Mis padres perdieron sus negocios y propiedades; después de eso tuvieron que esforzarse exageradamente para poder mantener a toda la familia”.
Una de las consecuencias perjudiciales del conflicto que ha asolado el noreste de Nigeria desde 2009 ha sido la pérdida de medios de subsistencia para millones de personas. Las personas y las familias hacen lo indecible para llegar a fin de mes, pero esto ha hecho que las comunidades sean dependientes de la ayuda humanitaria.
Los desafíos que enfrenta la comunidad de Potiskum plantean la necesidad fundamental de apoyar su recuperación, lo que justifica que se haga más hincapié en ofrecer asistencia a los jóvenes como Aisha, así como oportunidades de subsistencia sostenibles. El PNUD, en colaboración con el Organismo Estatal de Gestión de Emergencias de Yobe (YOSEMA, por sus siglas en inglés) y el Gobierno del Japón, puso en marcha un programa destinado a la estabilidad social y las actividades de seguridad para los jóvenes de las comunidades afectadas por el conflicto en la parte nororiental y centro de Nigeria.
Aisha es una de las 125 jóvenes de Potiskum seleccionadas para participar en una capacitación de ocho semanas en oficios comunitarios tales como sastrería, cosmetología, producción de cuero, confección de tejidos y servicios de comida y bebida. Después de terminar el programa, los beneficiarios reciben una subvención en efectivo para ayudarles a establecer un nuevo negocio, o en apoyo a una empresa existente.
La cosmetología era el oficio preferido de Aisha, que hoy es dueña de “Nazeefat Product”, una empresa que vende vaselina perfumada:
“Desde que presenté mi empresa, a finales de 2021, he vendido más de 300 productos de vaselina perfumada. Con las ganancias, he reunido suficiente dinero para asistir a la escuela de enfermería y ayudar a mis padres a mantener a nuestra familia”.
La activa participación de los jóvenes en las actividades de desarrollo es fundamental para crear comunidades sostenibles, inclusivas y estables. Este apoyo a la estabilidad social y a la seguridad que ofrece YOSEMA, en colaboración con el PNUD y el Gobierno del Japón, tiene como objetivo empoderar a las comunidades, especialmente a los jóvenes, al brindarles la oportunidad no solo de aprender y crecer adquiriendo nuevas aptitudes críticas para la subsistencia, sino que también les permite apoyar la reactivación del sistema económico en sus comunidades.
Aisha espera continuar trabajando para ampliar su tienda y la casa de producción mientras crea la estrategia que le permita hacer crecer su negocio en el futuro.
“Oportunidades como esta son raras. Mi plan es usar lo que he aprendido para empoderar y capacitar a más niñas en mi comunidad, y espero que mi recorrido también se convierta en fuente de inspiración para otras personas”.