Mujeres claman por igualdad en la política

Las próximas reformas al Código Electoral pueden dar paso a mayores oportunidades y espacios para la participación de las mujeres.

11 de Marzo de 2025
Cuatro mujeres de diferentes etnias permancen de pie frente a un banner

Más de 150 mujeres participaron de las consultas que se realizaron en todo el país.

PNUD

Durante cuatro meses, el Ministerio de la Mujer de Panamá recorrió el país para conocer de primera mano las experiencias, realidades y desafíos que enfrentan las mujeres en la política. A través de estos encuentros, mujeres de diversas etnias y condiciones sociales compartieron sus historias, exponiendo las barreras que dificultan su acceso a cargos públicos y los retos que enfrentan para ser escuchadas en los espacios de toma de decisiones. Más que un simple diagnóstico, estas consultas se convirtieron en una plataforma de diálogo y empoderamiento. 

A lo largo de las últimas décadas, Panamá ha logrado avances significativos en los derechos políticos de las mujeres; sin embargo, los desafíos persisten en el terreno político. En 2024 las mujeres representaron aproximadamente el 50% del padrón electoral y una proporción similar en la membresía de los partidos políticos, pero los resultados fueron desiguales: solo obtuvieron el 22% de los escaños en la Asamblea Nacional, el 14% de las alcaldías y el 10% de los puestos de representación en los corregimientos. Los resultados no demuestran avances significativos en relación con las elecciones de 2019.

Tal disparidad resalta la necesidad urgente de fortalecer los mecanismos legales que garanticen una participación política más equitativa. 

AUna mujer de cabello oscuro y aretes mira pensativamente hacia un lado en una reunión.

Indistintamente de dónde sean, las mujeres que participan en la política de Panamá enfrentan retos similares.

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Una estrategia para fortelecer la democracia

Ante esta realidad, el Ministerio de la Mujer, con el apoyo del Tribunal Electoral y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, inició un proceso de consultas para elaborar una propuesta integral de reformas que contribuya a alcanzar la igualdad de oportunidades en el ejercicio de los derechos político-electorales. Este proceso se enmarca en las Reformas al Código Electoral, que Panamá debatirá próximamente. 

Para la Ministra de la Mujer, Niurka Palacio, la inclusión de las mujeres en las reformas al Código Electoral es fundamental porque representan el 50% de la población del país, por tanto, en esa misma medida las mujeres deberían estar representadas en los gobiernos locales y en las diputaciones.  “Las perspectivas de las mujeres deben estar incluidas en todo lo que tenga que ver con la sociedad panameña, con el fin de que los beneficios sean de forma integral para todos y todas”, agrega. 

La paridad política no es solo una cuestión de equidad, sino una estrategia fundamental para fortalecer la democracia, garantizar la gobernabilidad y promover un desarrollo sostenible más equitativo.  No se trata solo de incrementar la presencia de la mujer en los espacios de decisión, y asegurar que las políticas públicas respondan a las realidades y necesidades de toda la sociedad. 

Las consultas, realizadas entre noviembre de 2024 y febrero de 2025, ofrecieron una oportunidad única para escuchar las experiencias directas de las mujeres, convirtiéndose en un hito para Panamá. Más de 150 mujeres políticas −de las 10 provincias y tres comarcas− participaron en las cinco consultas, coincidiendo en que los principales obstáculos para participar en la política son la violencia de género, la falta de financiamiento, las violaciones a los derechos políticos, la violencia digital basada en género y la escasa paridad dentro de los partidos políticos.

Silvia Sánchez, de la provincia de Veraguas, destaca la importancia de garantizar leyes más equitativas y alineadas con la realidad de las mujeres panameñas. “Las consultas son fundamentales porque nos permiten identificar las limitaciones existentes y definir los cambios necesarios en la legislación. Sin embargo, aunque se destinan grandes presupuestos a estos procesos, no vemos resultados de estas capacitaciones, que beneficien a las mujeres. Tenemos la capacidad y el liderazgo para tomar decisiones acertadas, pero necesitamos más espacios y apoyo para ejercerlo”, señala. 

Mujer indígenas viste un traje tradcional color naranja

Para Enelfina Solís las mujeres tiene el poder de transformar sus comunidades, la vida de las personas y la política.

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Esperanza por mayor participación y espacios

Otras mujeres, como Enelfina Solís, coinciden en que las reformas al Código Electoral son clave para asegurar mayores oportunidades y espacios en la política. Enelfina, una mujer indígena, viajó ocho horas desde la comarca Guna Yala hasta la provincia del Darién para compartir su experiencia en el proceso electoral de 2024. A pesar de enfrentar múltiples obstáculos y desventajas ante su principal rival (perdió las elecciones en su comunidad por cinco votos) no se desanima. Para ella, lo más importante es apoyar a su comunidad, por lo que el proceso de consulta la ha motivado a seguir involucrándose y participar en las próximas elecciones. 

En provincias como Darién, los desafíos para las mujeres comienzan desde el nacimiento, especialmente en las zonas fronterizas, donde, para garantizar el derecho a la ciudadanía, algunas han tenido que demostrar que ellas o sus hijas nacieron en territorio panameño. Otras, a pesar de contar con apoyo popular, no lograron continuar en la contienda política por falta de recursos y respaldo de sus propios partidos. 

“Este proceso de reforma es crucial, ya que nos permite escuchar de primera mano las experiencias de las mujeres y entender las barreras que aún persisten. Solo a través de la inclusión y el cambio estructural podremos avanzar hacia una democracia verdaderamente representativa”, indica Erika Jiménez, jefa de la Oficina de Igualdad de Género del Tribunal Electoral de Panamá. 

La propuesta que surja de estas consultas será validada por las propias mujeres antes de ser presentada a la Comisión de Reformas Electorales. En esta etapa crucial, amplificar sus voces será determinante para garantizar una democracia verdaderamente inclusiva y representativa.