Ciudad de Panamá-. Los contaminantes orgánicos persistentes (COPs) son sustancias químicas altamente tóxicas que resultan nocivas para la salud humana y el medioambiente. Estos químicos pueden viajar miles de kilómetros desde el lugar en que se utilizaron y permanecen en el ambiente muchos años antes de degradarse, acumulándose en el tejido graso de los seres vivos y pasando a la cadena alimenticia.
En Panamá el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) apoya al Ministerio de Salud en la eliminación de este tipo de sustancias, a través del proyecto “Apoyo en la revisión y actualización del Plan de Actualización Nacional sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes”.
“Los COPs se encuentran en plaguicidas, productos químicos industriales y en las emisiones producidas por combustión en los procesos industriales”, explica Anne Brunia, especialista en COPs y consultor del PNUD en Panamá. Una de las emisiones más altas de químicos en Panamá proviene de la quema de residuos a cielo abierto, una práctica que persiste en algunos puntos del país pese a ser ilegal.
Según el especialista, la gestión eficiente y sostenible de residuos sólidos es uno de los aspectos centrales para que Panamá logre disminuir la emisión de dioxinas y furanos, componentes a los que está expuesta toda la población y en particular la población que vive cerca de los puntos de quema. La elevada concentración de sustancias tóxicas puede causar disminución inmunitaria, disfunciones reproductivas, defectos congénitos, trastornos neuroconductuales y cáncer, entre otras afectaciones.
“La afectación a la salud humana está más que comprobada y es muy grave”, afirma Brunia, quien advierte de que se han encontrado elevada concentración de sustancias toxicas en ballenas y osos polares, animales que se encuentran a miles de kilómetros de los puntos de emisión. Según el especialista, esta evidencia científica pone de relieve que todos los países del globo deben tomar medidas para preservar la salud y el ambiente.
El esfuerzo global contra las sustancias tóxicas se realiza bajo el marco del Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, un tratado internacional jurídicamente vinculante destinado a proteger la salud humana y el medioambiente de los COPs.
Panamá ratificó el Convenio en 2003 y realizó los primeros inventarios de sustancias contaminantes entre 2007 y 2008. Este inventario incluía un grupo de plaguicidas, dioxinas y furanos y el PCB, un compuesto químico que se utiliza en transformadores eléctricos. El país entregó a la Secretaría de la Convención el Primer Plan de Implementación Nacional en 2009.
Hasta la fecha, el programa de eliminación de sustancias tóxicas liderado por el MINSA ha logrado retirar de circulación más de 325 toneladas de plaguicidas obsoletos y tierra contaminada. También se han eliminado más de 130 toneladas de PCB contaminados de equipos y aceites, que han sido exportados para su eliminación. El proyecto incluye actividades de capacitación de cuerpo técnico y medidas para el fortalecimiento institucional en materia de coordinación e inventariado y gestión eficiente de los COPs.
Tras la exitosa eliminación total o restricción de estas sustancias, Panamá y otros países partes de la Convención actualmente están realizando actualizaciones de inventarios y Planes de Acción de plaguicidas, dioxinas y furanos y otras sustancias denominadas no-intencionales, con el fin de lograr su eliminación gradual.
El subdirector general de salud ambiental del MINSA, Edgardo Alberto Villalobos, explica que el principal hito del proyecto ha sido lograr la reducción de los impactos negativos a la salud y al medio ambiente, gracias a la eliminación total o reducción al mínimo de algunos contaminantes. Destaca también el logro de una gestión mejorada y ambientalmente adecuada de los químicos y expresa que la actualización del plan de eliminación de los COPs representa una oportunidad para consolidar los logros y fortalecer las capacidades de Panamá para una gestión eficaz de estas sustancias químicas.
En Panamá se prevé validar y presentar los resultados finales del Plan Nacional de Implementación Actualizado del Convenio de Estocolmo en el presente mes de diciembre. Dicho plan se asienta sobre tres pilares: el fortalecimiento de las capacidades nacionales para la gestión de COPs, un plan para generar mayor concientización y sensibilización entre la ciudadanía y los actores claves, así como el programa propiamente dicho para la eliminación progresiva de los componentes inventariados.
“Además de contribuir a los objetivos netamente ambientales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, estamos contribuyendo al bienestar y salud de la población y a promover sistemas de producción responsables gracias a la sustitución de COPs por alternativas no perjudiciales para las personas y el planeta”, afirma Anarela Sánchez, asociada de programa para Ambiente y Desarrollo Sostenible del PNUD en Panamá.