El Índice de Pobreza Multidimensional: Una mirada integral para entender cómo las privaciones afectan el desarrollo de las personas, su bienestar y sus derechos fundamentales.

Entrevista con Gaspar Morán Flores, Jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI)

26 de Marzo de 2025

 

Tradicionalmente, la pobreza ha sido entendida como un problema asociado a la falta de ingresos o dinero. Esta forma de entender a la pobreza identifica como pobres a todas aquellas personas cuyo gasto está por debajo de una canasta básica de consumo. A esta medida le llamamos pobreza monetaria, y ha sido clave para la creación de políticas públicas y programas de protección social. Sin embargo, son los mismos pobres quienes consideran que la noción de pobreza va mucho más allá de los ingresos o el consumo. Una persona puede sufrir múltiples carencias o desventajas (empleo precario, desnutrición) y a la vez tener un nivel de consumo por encima de la canasta básica y no ser pobre monetario.

En tal sentido, cada vez más países en el mundo están optando por medidas complementarias a la pobreza monetaria, para tener un diseño más comprehensivo de las políticas públicas para la reducción de pobreza acordes con las necesidades de la población.  Distintos países tanto a nivel global como regional están diseñando medidas de pobreza multidimensional que complementen las medidas de pobreza monetaria. Más aún, diversos organismos internacionales como el PNUD, el Banco Mundial, la CEPAL, la Iniciativa de Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford, entre otros, están desarrollando medidas internacionales de pobreza multidimensional que den cuenta de las carencias de la población. 

Típicamente, un Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), toma en consideración carencias en diversas dimensiones de la vida de un hogar incluyendo diversos aspectos de la educación, salud, acceso a servicios básicos, entre otros, que permiten tener una comprensión más amplia de la pobreza. 

Conversamos con Gaspar Morán Flores, Jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), sobre la utilidad e importancia de contar con una medida complementaria como el IPM, para la toma de decisiones informadas y el diseño de políticas públicas hacia la erradicación de la pobreza. 

 

¿Cuál cree que es la utilidad de la medida de IPM para fortalecer el enfoque de las políticas públicas?

El IPM permitirá explorar las privaciones que una persona experimenta simultáneamente, lo cual de acuerdo a las experiencias en la región ayuda a dar seguimiento a las políticas públicas en favor de la población. Además, permitirá conocer a la población pobre multidimensional y las mayores desventajas acumuladas según su edad, género, territorio, etnia o grupo vulnerable. Esto facilitaría la articulación de respuestas intersectoriales, orientadas no solo a reducir la pobreza, sino a romper ciclos de exclusión estructural. Para lograrlo, es esencial seleccionar indicadores que sean relevantes, medibles y sensibles a políticas, de modo que el IPM se convierta en un verdadero instrumento de transformación social.

¿Usted considera que medidas de pobreza multidimensional pueden complementar las medidas de pobreza monetaria? ¿Porqué?

El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) complementa la medición monetaria al reconocer que la pobreza no se limita a la falta de ingresos, sino que se manifiesta en múltiples dimensiones del bienestar como la salud, educación, vivienda, servicios básicos, energía, empleo y previsión social. Esta mirada integral permite entender cómo las privaciones se acumulan e interaccionan, afectando el desarrollo de las personas, su bienestar y su capacidad para ejercer sus derechos fundamentales.

¿Cuál considera que son los siguientes pasos para poder contar con una medida de pobreza multidimensional que sea sostenible en el tiempo?

La medición de pobreza multidimensional en el Perú está conformada por tres elementos: (i) un índice, (ii) indicadores de privaciones conjuntas y (iii) un Tablero de Control; según lo dispuesto en el Decreto Supremo 014-2024-MIDIS. A la fecha, se han aprobado el Tablero de Control de Pobreza Multidimensional (TCPM), con 29 indicadores en 8 dimensiones del bienestar, y cinco (5) privaciones conjuntas que bajo el enfoque de ciclos de vida, miden privaciones específicas que experimentan ciertos grupos etarios, estas son: “Salud en primera infancia”, “Jóvenes que no estudian ni trabajan” y “Vulnerabilidad en adultos mayores”,  las dos (2) privaciones conjuntas restantes miden privaciones experimentadas de forma transversal por todos los ciclos de vida, estas son: “Habitabilidad” y “Paquete Integrado de Servicios”.

Respecto al índice, se encuentra en trabajo por el INEI con el acompañamiento de la Comisión Consultiva para la Estimación de la Pobreza, será un indicador que mida el nivel de incidencia de pobreza multidimensional teniendo en cuenta el ciclo de vida de las personas. Los resultados de la medición de pobreza multidimensional al año 2024, serán publicados en mayo del presente año. Posteriormente, las acciones orientadas a consolidar un proceso de mejora continua y sostenibilidad en el tiempo serán las siguientes:

  • Garantizar la continuidad, periodicidad de la recolección de la información y niveles de inferencia que permitan generar el índice, las privaciones conjuntas y los indicadores del Tablero de Control.
  • Robustecer las fuentes de información (encuestas especializadas) que son insumo para la medición mediante la incorporación de preguntas que permitan incluir aspectos de calidad a la medición, o afinar las mismas. La Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), en particular, ofrece una valiosa riqueza de información a nivel individual, que abre la posibilidad de profundizar el análisis de la dimensión de salud, especialmente para la población adulta mayor y primera infancia.
  • Explorar la integración de registros administrativos lo cual permitiría considerar nuevos indicadores, como aquellos relacionados con la calidad educativa, variables del entorno de la población, que podrían dar lugar a privaciones conjuntas específicas o incluso a nuevas dimensiones teniendo en cuenta a los diferentes ciclos de vida y grupos poblacionales.
  • El uso de métodos de estimación en áreas pequeñas (SAE, por sus siglas en inglés) podría facilitar la incorporación de indicadores vinculados a la inseguridad ciudadana o, previo análisis de la dimensión, indicadores relacionados con el medio ambiente, ampliando así la capacidad del índice para capturar las múltiples facetas de la pobreza en el país.
  • El proceso de mejora continua contempla la coordinación articulada con entidades del gobierno, así como del ámbito académico, con el propósito de revisar y fortalecer la medida.
  • Reconocer la importancia de una comunicación efectiva de la medida hacia la ciudadanía, a fin de que los resultados puedan ser transmitidos mediante mensajes claros, comprensibles y accesibles.

 

A diverse group of professionals poses together on a staircase in a modern building.

 

Desde su rol rector del sistema estadístico nacional, ¿cuál es su perspectiva para continuar fortaleciendo las estadísticas y la medición de las múltiples facetas de la pobreza (en términos de recojo de información, periodicidad, alcance u otros elementos)?

El INEI, en su rol rector del Sistema Estadístico Nacional, se basa en procesos que aseguran la calidad, transparencia y confiabilidad de la información recolectada, desde la labor de los encuestadores hasta la generación de indicadores en ámbitos clave como salud, educación, servicios públicos, programas sociales, entre otros; medidos a través de las investigaciones ejecutadas de forma permanente, como son la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales (ENAPRES), la Encuesta Permanente de Empleo (EPEN).

Uno de los pilares fundamentales para fortalecer las estadísticas es la capacitación continua del personal de campo, con el objetivo de reducir las tasas de no respuesta y mejorar la calidad de la aplicación de los cuestionarios. A esto se suma el uso de herramientas tecnológicas para monitorear en tiempo real el cumplimiento de los protocolos establecidos, así como la ejecución de actividades de supervisión y control para verificar la consistencia de la información recogida.

Desde el año 2020, la ENAHO, particularmente, ha incorporado modalidades de entrevistas mixtas (presencial y telefónica), lo que ha permitido mejorar la tasa de participación de los hogares, especialmente en aquellos casos en los que los informantes prefieren culminar la entrevista en un segundo momento. Estas modalidades operan bajo protocolos diseñados para asegurar la integridad y validez de los datos recolectados.

En el ámbito de la medición de la pobreza multidimensional, el INEI ha promovido espacios de discusión con ministerios, gobiernos regionales y locales para fortalecer el proceso de implementación de los indicadores del Tablero de Control de Pobreza Multidimensional (TCPM). Estas coordinaciones han abordado temas como la validación de los indicadores que lo conforman, su cálculo y uso en la toma de decisiones, así como la propuesta de nuevos indicadores y dimensiones del bienestar relevantes para los distintos niveles de gobierno.

En esa línea, el INEI continuará impulsando acciones de coordinación interinstitucional como parte de la nueva revisión metodológica, con el objetivo de seguir mejorando el TCPM, el Índice de Pobreza Multidimensional y las privaciones conjuntas. Este proceso se enriquecerá con el aporte técnico y las recomendaciones de diversos actores del sector público, la academia y la sociedad civil, contribuyendo así a una medición más integral y representativa de las múltiples dimensiones de la pobreza en el país.

¿Qué expectativas tiene sobre el espacio internacional sobre el uso del IPM como herramienta de política pública? ¿Cómo pueden contribuir PNUD, CAF y OPHI al fortalecimiento de las políticas sociales?

A nivel internacional, hay una expectativa de que el IPM sea utilizado por más países como un instrumento complementario a las mediciones tradicionales de pobreza por gastos o ingresos, que aporte al diseño y evaluación de políticas públicas. Los países debemos dirigir esfuerzos en implementar medidas que incorporen indicadores que midan aspectos de calidad de los diferentes servicios, reflejen las brechas de género existentes y visibilicen a los grupos vulnerables.

Asimismo, existen expectativas respecto al fortalecimiento de la cooperación técnica, la articulación interinstitucional y la mejora del sistema estadístico para recolectar datos de calidad de las múltiples dimensiones de la pobreza. Respecto al primer punto, organismos internacionales como el PNUD, CAF y OPHI pueden desempeñar un rol fundamental en el fortalecimiento de las políticas sociales a través del acompañamiento técnico, el financiamiento estratégico y la generación de conocimiento para la mejora continua de las mediciones de los países.